¿Qué podemos envidiarle a Costa Rica?

La semana pasada estuvimos en Costa Rica, participando en la Conferencia Planeta, Persona, Paz...

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La semana pasada estuvimos en Costa Rica, participando en la Conferencia Planeta, Persona, Paz, organizada por la Cámara de Ecoturismo y Turismo Sostenible de Costa Rica (CANAECO).

Durante la Conferencia, profesionales de talla mundial discuten los retos de turismo sostenible a nivel global; y cómo es de esperarse, Costa Rica presenta las novedades del país en este tema, en el cuál sin duda son pioneros. Y a través de este artículo me gustaría plantear algunas similitudes y diferencias entre este país y México, en especial en materia de aprovechamiento de la biodiversidad y la cultura a través del turismo.

¿Qué envidiar a Costa Rica?

¿La biodiversidad? Sin duda Costa Rica es un país biodiverso el cuál, en un pequeño territorio (del tamaño del estado de Quintana Roo), que representa el 0.03% del total mundial, alberga 4% de la biodiversidad mundial; México es uno de los 17 países megadiversos a nivel global y entre otras cosas, ocupa el segundo lugar mundial en diversidad de reptiles, el tercero en mamíferos, el quinto en anfibios y el onceavo en aves, solo por mencionar algunos datos

¿Sus costas? Costa Rica es privilegiado al tener costas tanto en el Pacífico como en el Caribe, al igual que nuestro país. ¿Sus turistas? Costa Rica recibe anualmente 2.9 millones de turistas, mientras que México llegó en 2016 a 35 millones, y en Quintana Roo, un estado del tamaño de Costa Rica, a más de 11 millones.

Sin embargo, las visiones en cuanto al turismo y al aprovechamiento de la biodiversidad a través de esta actividad son muy diferentes; desde mi punto de vista, hay cuatro cosas que si podemos envidiarle a Costa Rica en materia de turismo:

1.- La política turística de país. A principios de los 80’s, justo cuando a nivel global se deba un boom en materia de turismo, y los países tenían como meta atraer más inversión extranjera directa, generar más empleos y “explotar” turísticamente sus playas, Costa Rica decide diferenciarse, generar un producto y atraer un mercado diferente. Con la sustentabilidad como motor, con programas país como Carbono Neutral, entre otros, se asegura

2.- El turismo en sus Áreas Naturales Protegidas. Sus 29 áreas naturales protegidas cubren 25% de su territorio; los modelos de gestión son muy diversos, desde co-manejo con la comunidad, concesiones sociales y privadas, y estas áreas son el motor de la economía turística del país. Y una de las razones de que la estancia promedio en Costa Rica sea de 12.4 días, muy por encima de varios de los países de Latinoamérica, incluyendo México.,

3.- La madurez en sustentabilidad del sector privado. La misma política país, los sistemas de certificación como el CST 2.0 (recién renovado por el Instituto Costarricense de Turismo) y la exigencia del mercado, han llevado a las empresas de turismo a innovar en temas de sustentabilidad. A diferencia de México, donde estamos apenas en el discurso de las certificaciones y de la disminución del impacto, en Costa Rica se encuentran ya en procesos más avanzados en esta materia. Repito, todo generado principalmente por una política turística clara.

4.- La forma de medirse en turismo; aunque hay por supuesto información de indicadores básicos, en Costa Rica la medición del “éxito” o no del turismo se hace a través del Índice de Progreso Social; es decir, se miden las necesidades humanas básicas, el bienestar (incluyendo la calidad medioambiental) y las oportunidades para las personas, además por supuesto del PIB y otros indicadores básicos. Esto asegura que el turismo realmente sirva para diversos fines, y no solo para generar empleos y divisas.

5.- Su estrategia de comunicación y marketing. Y no me refiero solo a sus campañas publicitarias, que son geniales, sino a que la sustentabilidad se siente en cada momento: desde la llegada a aeropuerto, hasta en el traslado, los hoteles, las carreteras, la atención de los anfitriones y, por supuesto, eventos especializados como el P3.

Sin duda, queda mucho por reflexionar después de varios días muy intensos; pero lo principal, es pensar o repensar las políticas turísticas de nuestros países, y los instrumentos para hacer un turismo sustentable. Ojalá pronto estemos conscientes que el hecho de ser 8 a nivel global, y aspirar a ser 5, no va a servir de mucho si no se generan condiciones para la protección de los ecosistemas y el beneficio local.

Seguiremos incidiendo para que eso suceda.

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