El embarazo adolescente y la mala educación

No es ningún secreto que la ignorancia es la raíz de muchos males en nuestra sociedad.

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No es ningún secreto que la ignorancia es la raíz de muchos males en nuestra sociedad. Por eso no deja de sorprender que en pleno siglo 21, con amplio acceso a información, y con tantas malas decisiones previas, algunos gobiernos e instituciones sigan apostando en contra del conocimiento.

El embarazo adolescente es un problema social común en países con economías emergentes y del tercer mundo, debido a los altos índices de pobreza y el consecuente bajo nivel educativo. México se encuentra en primer lugar entre los países de la OCDE, con 77 embarazos por cada mil adolescentes.

Sin embargo, algunos países desarrollados enfrentan también un severo problema en este rubro.

Estados Unidos por ejemplo, con un promedio de 41 nacimientos por cada 1000 adolescentes, y a pesar de haber registrado una disminución constante desde hace 20 años gracias al acceso a la información y métodos anticonceptivos, se posiciona como el país con la tasa más alta entre las naciones desarrolladas, y su caso más extremo es Texas.

En este estado, la prevención se basa en fomentar la abstinencia a través del miedo. Por supuesto, esta campaña no sólo ha sido un fracaso, sino que ha disparado los embarazos en adolescentes al punto de convertirse en el estado con la tasa más alta en la nación norteamericana, con 62 casos por cada 1000 adolescentes.

En el otro extremo del espectro, tenemos Holanda. El país europeo goza de una de las tasas más bajas, con sólo 5 casos por cada 1000.

¿Cuál es su secreto? Una progresiva educación sexual. En Holanda, el programa educativo sobre sexualidad inicia a los cuatro años de edad, bajo el entendido de que es parte natural de la vida de todo ser humano. A los niños y jóvenes se les enseña que las relaciones tienen que ver con el amor, y sí, también con diversión. Asimismo, aprenden a respetar los límites, la importancia del sexo siempre consensuado, y a ser responsables.

Aprenden sobre homosexualidad como una identidad más, así que desde pequeños, los holandeses desarrollan una apertura mental que evita que se presenten problemas sociales y culturales como los crímenes por homofobia.

Uno de los aspectos más distintivos de este concepto, es que también se les enseña a los niños que está bien ser sensibles y románticos. No tiene que desempeñar el papel de “macho” para ser hombres.

En cuanto a métodos anticonceptivos, existen máquinas expendedoras de preservativos en casi todos los baños públicos. Holanda también tiene una de las tasas más bajas en enfermedades de transmisión sexual.

Es un caso muy interesante de análisis porque demuestra que contrario a la creencia de muchos grupos, de que la información y la libertad incitarán a los jóvenes a ser irresponsables y promiscuos, el hecho es que los hace más conscientes y los ayuda a tomar mejores decisiones y a disfrutar su vida, sanamente en todos los aspectos.

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