¿Te paso un chismecito?

Alguna vez pregunté si tú te considerabas una persona confiable, es decir si tú no fueras tú, pero te conocieras...

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Alguna vez pregunté si tú te considerabas una persona confiable, es decir si tú no fueras tú, pero te conocieras tal cual eres, ¿confiarías en ti?

Para cualquier situación, para confiarte un secreto, un trabajo, un dinero, a un niño, en general, ¿confiarías en ti?

Muchos sabemos reconocer que nos somos muy buenos para ciertas cosas, tal vez por falta de experiencia y hay quien pueda decir, yo no sabría cuidar a un bebé, o no soy buen administrador y tal vez me gaste el dinero. Pero la pregunta va más a fondo, en el caso de cuidar a un niño no es porque sepa uno de cuidados, si no de ser responsables, y del dinero el de ser honestos, y creo que no hay nada más desagradable que una persona en la que no se pueda confiar.

Si sabes reconocer también que estás fallando en ese tipo de confianza, deberías de hacer consciencia y tratar de cambiar, y ahora me voy a referir a las personas que se dedican a intrigar en contra de otras, sin adornar el calificativo sería una persona "chismosa" a la que no se le puede confiar ni el más mínimo secreto o cualquier comentario o hay que cuidarse de lo que creen que ven sin que les pique salir corriendo a contárselo a los demás.

Generalmente las cosas las cuentan a su manera, y aunque puede resultarnos muy común tener que tratar con estas personas es un asunto delicado, porque no se detienen a pensar lo que pueden provocar con su irresponsable comunicación y sin más cuentan las cosas, y tal vez está de más querer cambiar esta situación, pero si podemos evitarlo y sólo hay dos maneras: una, si tú no quieres que se entere nadie de tus asuntos empieza por ti y no se lo cuentes a nadie, el ser discreto no está en la obligación de un chismoso, si no en quien cuenta la primera vez. Y dos, no des oídos al chismoso, créeme que funciona, cuando alguien quiera llegar a contarte un chisme hay que frenarlo con las siguientes preguntas (aunque lo ideal sería solamente no escuchar):

1.- ¿Te consta? 

2.- ¿Es asunto tuyo?

3.- ¿Va a beneficiarme en algo tu chisme?

4.- ¿Va a afectarme?

El no dar oídos a un chismoso es cortarles las alas de tajo y no contaminarnos, como ejemplo explicaba que un chisme es como unas manos llenas de lodo pasándola hacia otras manos, todas las manos que las toquen se van a ensuciar, y vuelvo a tocar el tema porque el chisme jamás va a terminar ¡pero sí podemos darle la espalda!

Es mejor caminar por la vida con respeto hacia los demás y vivir nuestra propia vida dejando de ver qué hacen otras personas. Para conservar tus manos limpias ¡no toques el lodo!

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