Turismo en Yucatán, retos y oportunidades
Tenemos que enseñar a nuestros visitantes el valor de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y de nuestro patrimonio, pero sobre todo el compromiso de respetar y conservar lo que a su paso pueden disfrutar.
Es cierto que Yucatán posee numerosos recursos y atractivos naturales, ambientales, históricos, tradicionales, gastronómicos, etc., que son considerados potencial turístico. También es cierto que el turismo es una de las actividades económicas más importantes en nuestro Estado y que muchas familias dependen de ello. Sin embargo, no hay que olvidar que este territorio antes de ser un lugar de paso, de placer y diversión para muchos visitantes, es nuestra casa y lugar donde vivimos. Por lo tanto, antes de consentirlos tenemos que enseñarles el valor de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y de nuestro patrimonio, pero sobre todo el compromiso de respetar y conservar lo que a su paso pueden disfrutar.
Para algunos habitantes les resulta indiferente este tipo de consideraciones, ya que el perjuicio de nuestro hábitat empieza por ellos mismos; tirando desperdicios y basura en cualquier lugar, cortando y maltratando la vegetación, depositando los diferentes tipos de residuos en el mismo contenedor mezclándolos, pintando y dañando el mobiliario urbano, contaminando las aguas y los suelos, entre otros.
Como personas y habitantes de nuestro territorio no sólo tenemos la responsabilidad, sino la capacidad de ser conscientes y sobre todo de aportar con entusiasmo, en cada día, mucho de lo bueno que somos y tenemos para hacer de nuestro Estado el mejor lugar para vivir o visitar.
Con toda la publicidad y las inversiones en equipamiento, infraestructura, vivienda y servicios públicos, en los últimos años el número de visitantes y de inmigrantes a nuestra ciudad ha aumentado, abriendo camino a nuevos retos y oportunidades; por lo tanto, tenemos que incorporarnos a esta dinámica de cambio y sumarnos a los esfuerzos de mucha gente que lucha y trabaja para que nuestro territorio siga siendo de paz y armonía entre sus habitantes, pero sin dejar de lado que aún hay mucho por hacer y necesidades que solventar.