¿Realmente sirvió el Año del Turismo Sustentable?

Seguimos con las reflexiones de fin de año; es la época, ¿cierto?

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Y en el tema que nos ocupa, y siendo 2017 el Año del turismo Sostenible para el Desarrollo, vale la pena revisar si realmente esta celebración, promovida por la Organización de las Naciones Unidas, cumplió con sus objetivos iniciales, que eran: 1) crecimiento económico inclusivo y sostenible; 2) inclusión social, empleo y reducción de la pobreza; 3) uso eficiente de los recursos, protección ambiental y cambio climático; 4) valores culturales, diversidad y patrimonio y; 5) Comprensión mutua, paz y seguridad.

¿Lo hemos logrado? En realidad no, y estamos lejos de hacerlo.

Y es que pretender que, en un solo año, aun cuando el tema se suba a la discusión más alta posible, se resuelvan los conflictos derivados del desarrollo turístico a nivel global, es poco realista.

Seguimos viendo conflictos derivados de la masificación turística en muchas de las ciudades del mundo, observamos desarrollos que no están cumpliendo con estándares mínimos para reducir impacto y generar restauración de ecosistemas, seguimos viendo empleos muy mal pagados y con condiciones que no alcanzan a calificarse como trabajo decente, continuamos observando pérdida de patrimonio a causa de esta actividad y, por supuesto, se radicalizan las posiciones y desgraciadamente vemos cada vez más violencia a turistas en sitios donde antes no podíamos imaginarnos.

Entonces, ¿sirvió de algo? ¿Realmente estas celebraciones globales aportan al tema?

Yo estoy convencido que sí, aportan muchísimo, aunque por si solas no resuelven. Los gobiernos, empresas y organizaciones ya sea por compromisos internacionales, por presión social, por convicción propia, por una visión y liderazgo de algunos funcionarios, o simplemente (y hay que decirlo) por salir en la foto, hacen eventos, planes, programas, declaraciones y entrenamiento relacionado con el tema.

Pero por si solas estas acciones no funcionan. Y les pongo un ejemplo clarísimo. En el caso de México, a nivel central en los últimos tres años se le ha dado seriedad al tema, dado el liderazgo de los actores; se han impulsado normas, lineamientos, políticas y demás acciones que, si bien no resuelven todos los problemas, ayudar a sentar las bases para ello. Y a nivel central se avanza, aunque falta bajarlo a lo local.

Los 32 estados, la academia, los empresarios y demás actores firmaron en el Tianguis Turístico el Compromiso Nacional por un Turismo Sustentable para el Desarrollo donde, como su nombre lo indica, se COMPROMETEN a avanzar en el tema. Nos toca a cada uno de nosotros, actores de este sector, preguntar qué se está haciendo a nivel local en el tema.

Pero no solo preguntar, también impulsar acciones para el cambio. ¿Cuántos estados del país conocen que están llevando a cabo acciones en materia de turismo sustentable? ¿O cuáles no? Porque de eso depende su competitividad futura.

Si trabajan en la administración estatal o local, o son empresarios, o académicos, o comunicadores, o miembros de la sociedad civil organizada, e incluso no organizada, pregunten, cuestionen, exijan, incidan, propongan.

De lo contrario, estas celebraciones, firmas de acuerdos, compromisos, campañas, sirven de poco; recuerden que el papel aguanta todo, pero nos corresponde a todos nosotros hacer que esto que se plasma en el papel, se vuelva realidad.

Feliz cierre del Año del Turismo Sostenible para el Desarrollo.

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