Qué feliz me siento de haber presenciado, el pasado jueves 11 de enero de 2018,  la entrega de la Medalla Héctor Victoria del Congreso del Estado a la emblemática Orquesta Típica Yukalpetén, “nuestra máxima institución musical vernácula”, como la nombré el 14 enero de 1965 cuando inicié las serenatas del Parque de Santa Lucía, donde la orquesta fue el atractivo principal durante 25 años. Entonces yo acababa  de cumplir 25 años y la orquesta cumpliría 23 el 12 de abril siguiente, ya que fue creada en 1942.

Los recuerdos vinieron a mi mente y me vi conduciendo las serenatas de entonces y haciendo gala de mi lejana juventud bajo los añosos huayos de Santa Lucía; los mismos que oyeron cantar a Guty Cárdenas en mayo de 1925, cuando musicalizó  los versos de Ermilo Padrón para crear su primera canción, Rayito de sol. Y recordé a los grandes personajes  que ocupaban la segunda fila de los encuentros troveros semanales que pronto se convirtieron en un signo de identidad de Mérida y que fueron los poetas Manuel Montes de Oca y Manuel Díaz Massa, los compositores Manuel López Barbeito y Ricardo Duarte Esquivel, la alegre Estelita Puerto de Pompeyo y el inquieto Jorge Peniche y Peniche, vicepresidente de la Sociedad Palmerín, que frecuentemente me regalaba  “bombas festivas” para decirlas en el escenario cuando Angelita Uribe y Eligio Cárdenas bailaban la jarana al final del espectáculo.

Recordé, igualmente,  el 10 de diciembre de 1999, cuando presencié en Palacio Nacional el momento en que el presidente Ernesto Zedillo le otorgó a nuestra querida Típica el Premio Nacional de Ciencias y Artes, que recibió en su nombre su director Manuel Gómez Betancourt,

Y la noche del 23 de febrero de 2012, cuando celebró en grande su 70 aniversario con un concierto histórico en el Palacio de Bellas Artes, que tuve el gusto de conducir con poemas de mi autoría.

Alguna vez el maestro Pedro Carlos Herrera, eficaz director y arreglista de la Orquesta Típica Yukalpetén desde febrero de 2006, me preguntó qué sentía yo al recibir una medalla de tanta importancia. Le contesté: Cuando la recibas vas a saberlo.  Ya tiene la respuesta. Mis más sinceras felicitaciones  a nuestra emblemática Yukalpetén que pronto cumplirá 76 años  y a su talentoso director.