Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Sólo  72 horas quedan del plazo fijado por el propio Ayuntamiento de Mérida para desalojar de vendedores ambulantes las aceras de nueve manzanas del Centro Histórico, las cuales todavía están “invadidas” de los comerciantes informales. 

Durante la semana se estableció un operativo especial para retirar  a los vendedores de la calle 58 y 65, y, aunque esas aceras ya están desocupadas, otras como las ubicadas en la calle 56 de la 65 a la 59 todavía está ocupada por  informales que ofrecen de todo, desde frutas hasta ropa.

Algunos de esos comerciantes son las llamadas “palanganeras”, quienes, según  las autoridades municipales, no serán movidas porque forman parte de la “tradición” de los meridanos. 

Incluso, el regidor priista Jorge Dogre Oramas ha mostrado su interés por la creación del mercado de la Mestiza, especial para las “palanganeras”, para que también dejen de invadir las aceras.

Ayer, inspectores municipales vigilaban las calles despejadas a fin de que ya no se vuelvan a instalar los ambulantes; sin embargo, algunos de éstos se trasladaron a las aceras que rodean el mercado Lucas de Gálvez y San Benito, así como la calle 67 entre 62 y 64, donde se localizan los paraderos de camiones de las rutas del sur.

Igualmente, hay diversos vendedores que todavía se encuentran refugiados en las entradas de los comercios para evitar ser desalojados.

En días pasado se dio a conocer que sólo 86, de los más 300 ambulantes que se localizan en las nueve manzanas del Centro Histórico, pasaron a la “formalidad”, pues se les entregó dos mil pesos de apoyo para que iniciaran sus propios negocios, ya sea en su hogar o en otros sitios establecidos, también recibirán un microcrédito a través de la Dirección de Desarrollo Económico.

Los ex vendedores ambulantes son integrantes del Frente de Comercio Fijos, Semifijos y Ambulantes “La Concordia” que dirige Jaime Manrique Manzanero.
Las autoridades informaron que el domingo no debe haber ningún informal en el Centro Histórico, pero la situación será difícil porque algunos, como los que se colocan en la calle 65 entre 56 y 54, han amenazado con que no se retirarán del lugar.