Paliza a los Leones, son derrotados 24-7 por los Generales de Durango

Los Generales debutaron ante su afición ¡y de qué manera!, apaleando a unos irreconocibles melenudos que tuvieron uno de sus peores juegos en la LMB.

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Por instantes Yucatán mostraba reacción a la ofensiva, pero al final fue insuficiente. (Foto: Milenio Novedades)
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Mérida, Yuc.- En verdad que los Generales de Durango estaban ansiosos de jugar en su casa, en el Estadio “Francisco Villa”, ante su gente en este arranque de la Liga Mexicana de Beisbol, en el cual demostraron que no es obra de la casualidad que estén en el subliderato de la Zona Norte.

Los duranguenses hicieron lo que quisieron a la ofensiva y despedazaron a los Leones de Yucatán, que sufrieron humillante paliza de 24-7, en este inicio de series inter zonas.

La de anoche simplemente fue para olvidar para el pitcheo selvático. Nadie pudo frenar el poder ofensivo de los anfitriones, por algo tienen a tres entre los mejores 10 bateadores del circuito que conectan arriba de .400, entre ellos Yader Drake y Dustin Geiser, líder y sublíder de la Liga.

No hubo un solo pelotero de los duranguenses que se quede con las ganas de conectar al menos un indiscutible, y una entrada en la que no consigan anotar, incluso la sexta entrada fue una auténtica pachanga de 10 anotaciones. De ahí que acabaron con 27 indiscutibles, 14 de ellos extra bases.

Desde que arrancó, el juego quedó de manifiesto que el buen pitcheo quedaría para otra ocasión, con las tres primeras entradas de volteretas. Los Generales anotaron una en su primer turno, las fieras respondieron con dos, ambas remolcadas por Humberto Sosa con sencillo, pero Durango retomó la delantera con dos más, y de nuevo Yucatán se fue adelante con par de carreras.

Sin embargo, de ahí en adelante el partido sólo tuvo un protagonista: Durango, que despedazó el pitcheo de los reyes de la selva.

El brasileño Tiago Da Silva, quien se apuntó la victoria, tuvo una labor de cuatro carreras y siete indiscutibles en seis entradas y dos tercios, aunque con el respaldo ofensivo que tuvo de sus compañeros pudo haberse dado el lujo de permitir hasta la docena de indiscutibles y el triunfo no hubiese estado en duda. Firmó dos pasaportes y ponchó a siete, siendo su mejor cliente Rubén Sosa con tres chocolates.

El tropiezo fue para Freddy García, quien solo aguantó dos entradas y dos tercios, en los que fue castigado con cinco registros, ocho imparables, incluidos doble, triple y cuadrangular, éste último de Jon del Campo, quien terminó bateando el ciclo (sencillo, doble, triple y jonrón).

Otro general que se quedó cerca del ciclo fue Daniel Núñez, a quien le faltó el bambinazo.

Pareció que el juego era una práctica de bateo para la novena de casa, que en total disparó 25 indiscutibles. De hecho, hasta los suplentes batearon, como sucedió con Rogelio Nori, quien entró en la séptima por el cuarto leño Jesús Montero y se llevó la barda por todo el jardín central con dos en los senderos, en la octava.

Esta noche, Tomás Solís tratará de hacer olvidar este trago muy amargo. 

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