El perdón, el mejor regalo de Navidad

Advierte que no es solo una forma de liberar de la culpa a alguien que hizo daño, sino una manera de que el ofendido esté libre del enojo y dolor.

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El programa, que tuvo como invitado especial al Dr. Miguel Ángel Tlacatelpa, fue conducido por Alis García y Mariliz Escalante. (César González/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En Navidad uno de los mejores regalos que se puede obsequiar para otros y para sí mismos es el perdón, afirma el Dr. Miguel Ángel Tlacatelpa, invitado de la edición de ayer del programa Salvemos una vida.

En esta ocasión, el programa estuvo bajo la conducción de Alis García y Mariliz Escalante, quienes destacaron que una salud emocional se refleja no solo en el estado de ánimo, sino en el estado físico, por lo que procesar las situaciones negativas por medio del perdón es indispensable para una vida feliz.

Durante el programa, Miguel Ángel Tlacatelpa explicó que el perdón no es solo una forma de liberar de la culpa a alguien que hizo daño, sino una manera de que el ofendido esté libre del enojo y el dolor que le causó esa persona o situación. 

Alguien puede decidir perdonar, incluso a alguien que no está realmente arrepentido por la ofensa, porque la finalidad no es librar al otro, sino que quien lo brinda encuentra la paz interior para vivir mejor.

“Hay dos tipos de perdón: uno que más bien es una negociación; por ejemplo, cuando alguien se siente agredida y la otra persona no cree que sea necesario pedir perdón, entonces la ‘víctima’ exige condiciones para dar el ‘perdón’. El segundo tipo es el que viene del Espíritu Santo, el incondicional, donde me reconozco quién soy: la esencia y presencia del Espíritu Santo como templo sagrado”, abundó.

Explicó que cuando alguien se siente violentado en sus sentimientos, el ego está herido y quiere justicia, desde su interpretación de lo que significa daño y dolor, lo que provoca que la persona desarrolle un resentimiento.

Una salud emocional se refleja no solo en el estado de ánimo, sino en el estado físico

“En el caso de una infidelidad comprobada porque el esposo la engañó con otra mujer, en una situación así: la esposa está enojada y ese coraje es consigo, porque sabía de antemano que podría pasar, nadie amanece hoy siendo infiel, nadie decide de un día para otro serlo, esto es algo que ya se trae, y que la mujer sabía antes de casarse que habían aspectos de infidelidad, y pensó e imaginó que con su belleza podría retenerlo y se enoja porque no lo logró, no pudo controlar eso que pensó que se controlaba, y el enojo es un veneno para el interior”, apuntó.

Recordó que el proceso hacia el perdón implica en un primer momento negación, después ira, depresión y aceptación.

Respecto a cómo liberarse del “veneno” o enojo que se tiene por sentirse ofendido, recomendó usar la herramienta de la carta terapéutica, es decir, en una hoja escribir todo lo que se siente respecto a la situación y posteriormente quemarla o romperla. El papel representa a la persona a quien se le quiere expresar los sentimientos, y el lápiz, el corazón de quien se siente vulnerado. Otra opción es golpear una almohada hasta cansarse, porque dejar que el coraje avance puede conducir a una venganza innecesaria.

“Cuando ya se disipó el enojo, es momento de llegar a acuerdos, porque al principio se negocia bajo los intereses propios, entonces lo importante es el acuerdo desde el corazón”, indicó.

Explicó que para lo anterior se trata de entenderse primero uno mismo con acuerdos propios, para saber qué busco en las personas y qué puedo mejorar y cambiar, qué creencias tengo erróneas y comenzarlas a corregir.

“Después de esto, se siente uno cansado y puede entrar a la depresión y darme cuenta que tengo trastornos de la personalidad, como la dependencia a relaciones destructivas, el síndrome de la salvadora, entre otros. Al salir de este paso, cuando aprendo que debo manejar estos trastorno, acepto que debo hacerme responsable de mi vida, de mis emociones y de mis propias creencias”, agregó.

Por ello, dijo, esta Navidad el mejor regalo para los demás y para sí mismos es el perdón, porque los obsequios y la cena son pasajeros y la paz es duradera.

“Para darse este regalo hay que cerrar a los ojos y traer a la mente todo lo que nos ha herido, circunstancias y personas, ponerlos a la luz del Espíritu Santo, y si no se ha perdonado ponerlo en expiación, es decir, poner en las manos de Dios todo aquello que no puedo manejar para que nos ayude alcanzar esa paz”, apuntó Miguel Ángel Tlacatelpa, mejor conocido como el “Dr. Mat”.

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