Pólvora melenuda, mojada

Leones volvió a las andadas con el madero y ayer fue evidente la falta de bateo a la hora buena al conectar sólo cinco imparables ante el sólido pitcheo poblano .

|
Sebastián Valle es felicitado después de conectar cuadrangular solitario. (Foto: Milenio Novedades)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

William Sierra/SIPSE

Puebla.- Inmersos en una crítica anemia ofensiva, incluso no faltará alguien que diga que hace falta garra o corazón, los Leones de Yucatán querdaron tendidos en el campo ante los Pericos, 2-1, en un ensordesedor parque "Hermanos Serdán", de Puebla.

El juego de ayer dio la impresión de que ni los candentes rayos del sol -inició a las 13 horas- hicieron que los peloteros de las fieras pudieran prender sus baterías. Un equipo que no batea jamás podrá ganar, fueron limitados en cinco -Puebla bateó lo doble- para quedar abajo, dos juegos a uno en esta serie por el banderín de la Zona Sur.

A la novena poblana, en cambio, se le vio con actitud, con deseos de querer hacer bien las cosas. No bateando desesperados como sus adversarios, algunos de los cuales se les veía apáticos, displicentes.

Simple, la columna vertebral de las fieras conformada por Yuniesky Betancourt, Juan Francisco, Ronnier Mustelier y Ricky Álvarez no está operando.

Cada uno tuvo cuatro turnos y solo Mustelier dio jit, incluso, empezando el juego Diego Madero dio biangualar con uno fuera pero de ahí no pasó. Los encargados de remitirlo al plato fallaron.

José Samayoa y el poblano Jaime Lugo sostuvieron interesante duelo de pitcheo. El primero llegó hasta la cuarta entrada lanzando para un jit, pero un parpadeo en la quinta le costó una carrera con jonrón de César Tapia. Ese fue todo el daño que le hicieron en seis rollos con cinco jits.

A su vez, Lugo mantuvo a pan y agua a los reyes de la selva. Ejerció un dominio casi abrumador y fue hasta que dejó la loma después de siete entradas completas cuando los melenudos alcanzaron el pentágono de un solo estacazo. Con uno fuera, Sebastián Valle le prendió el lanzamiento al estadunidense Deunte Heat para depositar la bola detrás de la barda izquierda, ante los gritos de sus compañeros que decían ¡lo hizo, lo hizo!, mientras recorría las colchonetas colocando la pizarra 1-1.

Antes del batazo de cuatro esquinas de Valle, Lugo había limitado a las fieras a tres inatrapables. De hecho, después del doble de Madero, la figura de Lugo se agigantó al retirar en orden a los siguientes 16 bateadores, incluída su dosis de cuatro chocolates, siendo su mejor cliente Juan Francisco con dos. En total anesteció a cinco, ya que al primero que enfrentó, Leo Heras, lo ponchó.

En la octava, los Pericos llenaron las bases tras permitir Pedro Rodríguez sencillo de Alberto Carreón y bases intencionales a Endy Chávez y Jesús Arredondo, pero su cuadro lo sacó del apuro. Sin embargo, en su salida, los anfitriones volvieron a llenar las bases, ahora ante los envíos de Francisco "Shito" Rodríguez y esta vez no fallaron.

El desenlace del juego se escribió cuando abrió con sencillo, Héctor Garanzuay recibió pasaporte, Sergio Pérez dio jit al cuadro y de nuevo Carreón se convirtió en el verdugo de las fieras con línea a tierra de nadie en el izquierdo.

El triunfo se lo agenció Heat con dos jits, incluido el cuadruple de Valle, caminó a uno y ponchó a tres, entre ellos Betancourt y Francisco.
Durante el partido, Julio Borbon dio una demostración de como se toca la bola cuando en la sexta la puso de tal manera que al ver que se le acercaban, la golpea de más entre la antesala y las pardas cortas para partir el diamante. Un jugada vistosa e inteligente.

Ahora la responsabilidad de tratar de empatar de nuevo la serie recaerá en Jonhatan Castellanos, quien lleva seis victorias en fila en Puebla. 

Lo más leído

skeleton





skeleton