El centro de Mérida, paraíso de la 'piratería'

Operan sin mayor problema decenas de comercios que venden mercancía apócrifa.

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En el primer cuadro de Mérida operan al menos 25 locales que ofertan miles de artículos piratas. (SIPSE)
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Ana Hernández/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El Centro Histórico de Mérida se ha convertido en un paraíso de la piratería y lo mismo se pueden encontrar discos de música o de video apócrifos que zapatos, bolsos para mujer, relojes y hasta ropa “de marca”.

En el primer cuadro de la ciudad operan por lo menos 25 locales que ofertan miles de artículos de material apócrifo y ya forman parte del comercio cotidiano en el corazón meridano.

Productos piratas se pueden encontrar en casi todas las calles de la ciudad, en algunas es escasa y en otras demasiado clara; la mayoría de esos comercios opera en inmuebles que ante el catastro municipal están como casa habitación.

Al respecto, el alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal, señaló que si bien el municipio otorga permisos para que los comercios puedan funcionar, no es facultad de la autoridad municipal verificar la calidad y procedencia del material que exhiben, ya que eso es competencia de otras autoridades.

El edil señaló que participan en el combate al comercio informal, pero a las autoridades federales les compete implementar decomisos de discos, videos y demás mercancía pirata. Incluso, las “maquinitas de casino”, que cae en el rubro de juegos ilegales.

Ambulantes

“Lo que a nosotros nos toca regular es el comercio ambulante, el que está en las calles; hemos tenido una estrecha colaboración con la Cámara de Comercio. 

Cuando recibimos la administración andábamos alrededor de 900 ambulantes en el Centro Histórico hoy estamos hablando de 380 a 420, lo hemos reducido a la mitad”, dijo.

Precisó que ante la situación  económica que cada vez es más complicada, las personas se ven en la necesidad de tener un tipo de comercio informal.
“Pero se deben separar las dos partes, lo que son discos piratas y maquinitas, que son competencia del Gobierno Federal, que hace sus operativos con nosotros, y el ambulantaje en las calles, que es competencia del municipio”, precisó.

Señaló que cuando piden permiso para un comercio, si vende ropa o discos piratas “nosotros no tenemos las facultades para verificar si ese material es de procedencia ilegal , solamente determinamos que existe una venta de un comercio, que es para lo que se da el permiso y son las autoridades federales las que tienen la competencia de dirimir si la mercancía es de competencia legal o ilegal, yo no puedo cerrar un comercio porque se presume que está vendiendo mercancía ilegal, tiene que haber un operativo federal”.

En Mérida se puede encontrar cualquier tipo de mercancía pirata: discos compactos de música y video, ropa, calzada, bolsos, licor y hasta cigarros apócrifos se pueden encontrar en locales establecidos o en las calles.

Además de las decenas de vendedores que comercializan productos apócrifos en locales establecidos, hay personas que recorren restaurantes y cantinas con una mochila llena de ese material, promoviendo “ofertas”. 

En las calles, policías de los tres niveles de Gobierno pasan a pie o en vehículos ante las puertas de los establecimientos que ofertan la mercancía ilegal, probando incluso con alto sonido la calidad del disco de música o bien promoviendo la película que apenas acaba de salir en el cine.

Los negocios que venden mercancía ilegal, tienen la ventaja de recibir “pitazos” para que cierren sus negocios antes de la llegada de los agentes federales.

Tragamonedas

Cada año la Procuraduría General de la República en Yucatán destruye cientos de máquinas tragamonedas para evitar que regresen a las calles; sin embargo, siguen en los comercios, equipos nuevos que recién fueron ensamblados, sustituyendo a los que decomisa la autoridad federal. 

El uso de estos “minicasinos” sigue presente en los mercados municipales  del centro de la ciudad. En el Lucas de Gálvez hay dos sitios que tienen 14 equipos, y en el San Benito hay cuando menos cinco locales, con unos 30 de estos aparatos. 

En ninguno de los dos mercados están ocultos, sino que están a plena vista y tampoco están disfrazados con la venta de otros productos. 

El año pasado, la Procuraduría General de la República decomisó 500 máquinas “tragamonedas” y en lo que va del año ya suman 675 y de acuerdo con las investigaciones no hay un lugar definido de procedencia de estos equipos, por lo que se presume que llegan desarmados y aquí se ensamblan.

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