Víctor Hugo Lizama/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En el artículo anterior a éste nos referimos a uno de los padecimientos más frecuentes y dolorosos presentes en la península yucateca: la piedra de riñón.

A veces no nos percatamos que tenemos este problema y por lo tal nos gustaría citar algunos síntomas de este padecimiento: dolor en la espalda que aparece y desaparece, ganas frecuentes de orinar, orinar con ardor, goteo al orinar, dolor de vientre, muslo y pierna, fiebre, escalofríos, color rojizo de la orina u orinar sangre.

Resulta que los riñones son los filtros de nuestro organismo y sirven para eliminar impurezas en nuestra sangre. Para que estos filtros puedan trabajar óptimamente, necesitamos hidratarnos para que las toxinas puedan ser expulsadas correctamente al orinar. Beber poco, tener una dieta inadecuada y ser obeso son causas principales de la formación de piedras. 

Ciertas enfermedades metabólicas, como la gota, también nos orillan a la formación de estos cálculos. Siempre conviene visitar al doctor si se sospecha que uno tiene este problema y poder decidir qué tipo de cálculo y tratamiento se deberá seguir para eliminarlo.

Si el galeno sospecha que hay piedra seguramente pedirá que se realice un análisis de sangre, ecografía, tomografía computarizada, radiografía y evidentemente análisis de orina.

Existen diversos métodos para extraer las piedras de riñón pero también hay medicamentos herbolarios que nos pueden ayudar a evitar una intervención quirúrgica, como el caso del Chintok, verdadero mazo rompe piedras.

En el Libro del Judío encontramos esta descripción: “Es un buen depurativo de la sangre. Tomado al interior el cocimiento expulsa los malos humores, normaliza la orina detenida y cura la gonorrea o purgación en pocos días”.

Su nombre científico es Krugiodendron ferreum (Vahl) Urb. y en español algunas personas lo conocen como “Quiebra Hacha”. Se distribuye en toda la Península yucateca.