Políticos 'exitosos' en Yucatán

Históricamente casi todos los que incursionan en la política lo hacen con 'férrea intención económica'.

|
Muchos ansían llegar a la Cámara de Diputados por los jugosos sueldos que se pagan a los legisladores. (Notimex)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Sergio Grosjean/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Existe un relato del erudito Eduardo Urzais Rodríguez, quien en su vasto conocimiento de la cultura yucatanense y sus personajes nos comparte un hecho sin precedente que debemos considerar sobre todo en estas épocas.

Remontándonos al año de 1893, existió un hombre llamado Juan Antonio Pérez Gálvez, quien además de ser médico era miembro del Congreso del Estado

El tipo, en su cabal juicio, honrando a su profesión y seguramente inspirando en el juramento a Hipócrates, tuvo la brillante ocurrencia de proponer  que el cargo de Diputado fuese ad honorem, es decir, honorario y sin salario. 

Pero como bien se imaginarán, la radiante propuesta fue enérgicamente rechazada por el Congreso de manera unánime. Como se percatarán, históricamente casi todos los que  incursionan en la política lo hacen con férrea intención económica, y no para servir como ilusoriamente muchos piensan.

Al redactar el artículo pensé en algo que todos deberíamos cuestionarnos antes de votar por algún candidato que mañosamente nos imponen los partidos políticos. ¿Quién era esta fulana o perengano  antes de descubrir las mieles de la política? Muchos, además de cosechar algo que nunca sembraron, no tuvieron que quemarse las pestañas estudiando, ya que como bien sabemos la política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria ninguna preparación, y curiosamente para un puesto en la ferretería de la esquina te exigen estudios mínimos. ¿Les parece lógico?

Hoy, al percatarnos del movimiento de “personajes” de la política yucateca, no podemos menos que reflexionar, ya que sabemos que muchos de los actores antes de llegar a la cómoda posición de “estirar la mano” para votar irresponsablemente en bancada y así garantizar su oneroso sueldo, eran individuos que andaban “a salto de mata”, ya que  antes de estar en la escena política eran individuos que no figuraban ni en su colonia.

Es triste percatarnos que cuando alcanzan el poder lo que menos desean es retornar a la realidad que vivieron, y de allá el oficio en cuerpo y alma de saquear lo que encuentran a su paso, en vez de pensar cómo ayudar a la gente a salir del atolladero. 

Analice usted a los que están en la carrera por puestos de elección popular. ¿Quiénes eran antes de incursionar en este lucrativo negocio? ¿Acaso fueron constructores exitosos o reconocidos profesionistas?

Ese es el problema de nuestro México, y por citar un ejemplo: Un día despertamos y nos percatamos que la Cámara de Diputados la conforma un jardín de niños que son operados por una caterva de golpeadores o truhanes. No puedo menos que dejar de sorprenderme que hayan 25 diputados estatales, por lo que les pregunto a cuántos conocen y que hacen.

Les aseguro que el 95% de la población no podrá mencionar ni  cinco nombres por una simple y sencilla razón: salvo honrosas excepciones, no hacen nada más que levantar su mañoso dedo o estirar la mano para cobrar.

Pero también hay diputados que la gente sí reconoce porque se han visto inmersos en escándalos o porque simplemente son más astutos e invierten recursos de dudosa procedencia en publicidad que afianzan llevándole la silla de ruedas a un viejito, o exigiendo que se cambien las luminarias del vecindario por no decir regalando pasteles y soplando velitas en el cumpleaños de un niño pobre.

Allá están varios candidatos sin solvencia moral, incluso con denuncias penales o con serios señalamientos de corrupción.  Eso solo nos deja en claro que la putrefacción ha permeado, y ya no hay siquiera vergüenza ni para disimular, pues por simple  sentido común es inconcebible que un partido político postule a malhechores.

Creo que la política es tan seria que no debemos dejársela solamente a los políticos, y es allá cuando las cámaras empresariales o colegios de profesionistas deberían comprometerse y postular a personas con acentuada capacidad y probada solvencia moral.

Ya basta; es momento de evitar que esa carretada de políticos saltarines o chapulines continúen brincando de alcaldías a diputaciones, o de diputaciones federales a las locales y viceversa.

Exhortemos a no votar por ellos, pues su deber es cumplir con el compromiso para el que fueron elegidos, y eso debería legislarse ya que no es posible tanta desfachatez. Y concluyo preguntándole ¿A cuántos políticos exitosos conoce? Mi correo es [email protected] y twitter @sergiogrosjean.

Lo más leído

skeleton





skeleton