Tras cierre de casinos, buscan juego donde sea

Algunos ludópatas meridanos viajan a Campeche o Belice, y los que tienen más recursos, a Las Vegas.

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Ex jugadores compulsivos dan testimonio de lo que vivieron. (Luis Pérez/SIPSE)
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Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Ante al cierre de casinos y la consecuente desesperación que atraviesan los jugadores compulsivos en Mérida, una asociación civil impartirá a partir de mañana una serie de pláticas con el fin de abordar el tema de la ludopatía y su impacto en la salud, el hogar y la economía.

Los integrantes de “Vuelve a vivir” aseguraron que buscan ayudar a otros ludópatas para que dejen de jugar y se den otra oportunidad de volver a tener una vida tranquila.

En rueda de prensa, que se realizó en la sede de Infolaicos de Mérida, Juan Carlos, Míldred y María Elena, ex jugadores compulsivos, integrantes de la agrupación “Vuelve a vivir”, dieron a conocer sus experiencias y la enfermedad que enfrentan, ya que comentaron que la ludopatía no tiene cura, pero sí puede detenerse.

María Elena explicó que su adicción inicio en 2002 cuando abrió el casino Caliente. Hace año y medio que dejó su adicción, tras haber afrontado diversos problemas, sobre todo laborales.

“Entras al casino creyendo que duplicarás el dinero que llevas y al final sales derrotada, incluso entraba al mediodía y salía en la madrugada, te olvidas de tu familia, trabajo, de todo, es una adicción que sientes que no se puede detener y quieres más”, manifestó María Elena.

Los jugadores anónimos lamentaron que ahora con el cierre de casinos la gente esté desesperada por jugar y tenga que a ir a los estados vecinos.

Agregaron que es necesario que las familias, la sociedad, el Gobierno del Estado, el municipio y las universidades difundan lo que ocasiona la ludopatía.

Incluso robó para seguir jugando

Míldred, ama de casa, comparó a los casinos como un antro, ya que hay alcohol, cigarro y juego.

Señaló que llegó a robar para jugar, pues deseaba sentir la emoción, la adrenalina que era cuando ganaba, pero así como recibía el dinero lo volvía a perder, “es algo que te engancha”.

“Mi rutina era entrar al casino con dinero y salir sin dinero, yo no iba con la idea de ganar sino de jugar, pero llegó un momento en que tuve que pedir ayuda, tuve que reconocer que era una ludópata”, dijo.

Por su parte, Juan Carlos comentó que está en recuperación, pero vivió momentos difíciles porque se abandona a la familia, además de que se cae en una depresión y crisis económica.

De acuerdo con los ex jugadores, en un día gastan en los casinos desde 300 mil hasta un millón de pesos.

Viajan en busca de juego

El cierre de siete casinos y el hecho de que solo uno (Juega Juega) esté funcionando han ocasionado que los jugadores compulsivos emigren a Campeche y Belice.

Los que tienen un nivel económico muy alto han viajado a Las Vegas para calmar su adicción, ya que es muy difícil que se detengan sino solicitan algún tipo de ayuda.

Integrantes de “Vuelve a vivir” agregaron que los jugadores compulsivos están desesperados y están cayendo en un estado lamentable, pues es tanto el deseo por jugar que tienen que hacer largas filas para ingresar al único casino abierto en la ciudad, que incluso ahora labora las 24 horas.

Las pláticas se impartirán en el parque de la colonia México a partir de las 20:00 horas y tendrá como invitados a la doctora Raquel Duarte Alonzo, el pastor Ramón González y la contadora Ana Rosa Payán Cervera.

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