Rogelio Sotelo Boyás
MÉRIDA, Yuc.- Puesto que México es un país cuya energía primaria proviene principalmente de hidrocarburos (ca. 92%), la industria petrolera representa los retos de mayor impacto en el sector energético nacional y por tanto ofrece una gran oportunidad de desarrollo profesional.

En 2006, México era el 6° mayor productor mundial de petróleo crudo con 3.7 millones de barriles por día (BPD). Desde entonces la producción ha decaído constantemente. El último reporte trimestral de PEMEX (Marzo 2016), muestra que se producen ca. 2.217 millones de BPD.

El 50% es pesado, el 37% es ligero, y el 13 % es superligero. El crudo superligero, que contiene menos azufre y del que se puede obtener más gasolina, es el más valioso y cada día se hace más difícil de encontrar. A nivel mundial, el crecimiento constante del consumo de energía implica una demanda por ingenieros en petróleo y energía.

A nivel nacional, la reforma energética ha impulsado la inversión de compañías nacionales y extranjeras en recursos en producción de petróleo. Más recientemente, Pemex ha abierto las puertas para aliarse con empresas interesadas en invertir en Refinación, donde éstas tendrían la atribución de operar plantas de proceso.

Pero, ¿quiénes van a trabajar en estas compañías petroleras? Incluyendo Pemex, que requerirá excelentes profesionales para desarrollarse a un nivel que lo haga rentable. Siendo un país petrolero y cuya economía gira alrededor del oro negro, ¿por qué Ingeniería petrolera no cuenta con más egresados por año? La siguiente pregunta sería: ¿son realmente necesarios?

Compañías como Halliburton, Baker Hughes y Schlumberger han contratado ingenieros petroleros, químicos y civiles mexicanos para realizar trabajos de producción por años. Sin embargo hoy, mayo de 2016, es común escuchar de recortes de personal en estas compañías.

Los salientes ingenieros después de muchos años han ganado experiencia y ahora se encuentran buscando trabajo desde la academia hasta en empresas petroleras que han ganado las licitaciones con la Comisión de Hidrocarburos. Otros han optado por obtener una maestría en administración, en energía o algo similar y esperan encontrar trabajo en un futuro.

Hoy, al igual que hace más de 20 años, cuando un estudiante de nivel medio superior manifiesta su interés por estudiar algo relacionado con petróleo es común que se le trate de desalentar con la pregunta clásica: ¿por qué estudiar esto si el petróleo ya se va a acabar? Ahora se le podía sumar el argumento de “no hay trabajo”.

¿Hacia dónde va entonces el futuro de los petroleros y cómo deben actuar las Instituciones de Nivel Superior (IES) para que sus egresados no sean desempleados? En lugar de contestar directamente, resulta más fácil recordar que hemos pasado otras crisis del petróleo y siempre ha existido una recuperación. En este caso se espera que sea en 2018.

Ahora es el momento para mejorar la preparación de profesionales, y es aquí donde las IES juegan el papel principal. Universidades como la UNAM o el IPN han formado cientos de ingenieros petroleros. Varios de sus egresados son líderes en Pemex y otras empresas internacionales. Han sido por mucho tiempo las mejores universidades a estudiar esta carrera.

Ahora una nueva opción emerge. El Instituto Tecnológico del Petróleo y Energía (ITPE) se suma con la misión de formar de manera integral ingenieros petroleros y con la capacidad de alcanzar rápidamente una posición de liderazgo gracias a su localización geográfica, a su infraestructura, a sus profesores y a su preponderante vinculación empresarial.

(…continuará)