MÉRIDA, Yucatán.- El presupuesto gubernamental en el rubro de salud se redujo este año y se espera otra reducción para 2018, lo que dejará a pacientes sin acceso a tratamientos y dispositivos innovadores, como en el caso de la diabetes, padecimiento que se ha expandido de forma alarmante en Yucatán, hasta convertirse en la segunda causa de muerte por enfermedad entre la población, al desplazar a los tumores malignos.

Para este año se destinaron 121 mil 817.5 millones de pesos para salud, casi 10 mil 400 millones menos que en 2016; el gasto promedio por paciente en México es de mil 48 dólares (20 mil 574 pesos al tipo de cambio de ayer), contra un promedio tres veces mayor al de países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

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Además, casi nueve pesos de cada 100 del presupuesto en salud, son para gastos administrativos y no para la atención médica.

Del presupuesto destinado a salud, 48% se asigna al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que en Yucatán atiende a la mitad de los aproximadamente 20 mil diabéticos diagnosticados. A estos se agregan cada año alrededor de cinco mil casos nuevos detectados de esta enfermedad.

Al menos cuatro de cada 10 son insulino-dependientes, sin embargo, la gran mayoría tiene baja adherencia (apego al tratamiento) debido a que el sector público no proporciona los dispositivos y en ocasiones, tampoco los medicamentos necesarios.

El control de costos está detrás del dilema del glucómetro, instrumento básico para monitorear la diabetes. En el IMSS, dada la enorme cantidad de pacientes, el debate en dar este dispositivo lleva a una disyuntiva: tratar con mucho presupuesto a pocos enfermos o a muchos con poco presupuesto.