José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA YUC.- Aunque la diabetes tipo 1 no es tan prevalente en Yucatán como la tipo 2, es una enfermedad que implica un cambio importante en la vida del paciente y su familia, sobre todo porque habitualmente se detecta a edades tempranas.

La diabetes tipo 1 no se puede prevenir, y no hay forma alguna de predecir quién la va a desarrollar. No hay nada que un padre o un niño hagan que pueda causar esta enfermedad.

Cifras del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud indican que hasta la semana 40 (del 30 de septiembre al 6 de octubre) se han diagnosticado 16 casos de diabetes tipo 1, nueve en hombres y siete en mujeres.

El año pasado al mismo corte se reportaban 45 casos y para finales del mismo el acumulado fue de 54 casos (15 hombres y 39 mujeres).

“La diabetes infantil tipo 1 se produce porque el páncreas no es capaz de fabricar suficiente cantidad de insulina, la hormona que ayuda al organismo a transformar el azúcar (glucosa) de los alimentos en energía.

En consecuencia, se produce un aumento de los niveles de glucosa en sangre (hiperglucemia) que, si no se tratan de forma adecuada, pueden llegar a provocar graves trastornos a largo plazo, como pérdida de visión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal o problemas pulmonares, entre otros”, explicó Juan Pablo Llano, endocrinólogo pediatra.

El doctor Juan Pablo Llano expuso que una vez diagnosticada esta enfermedad, requiere tratamiento de por vida. Los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 dependen de inyecciones de insulina diarias o de una bomba de insulina para controlar las concentraciones de glucosa en sangre.

“Recientemente se autorizó en México por parte de la Cofepris, la distribución y comercialización de una nueva insulina (degludec, con nombre comercial Tresiba) que es basal y de acción ultraprolongada aprobada para adolescentes y niños a partir de un año de edad, que mejora sustancialmente el control glucémico y en consecuencia, la calidad de vida de los pacientes”, indicó.

Degludec ha demostrado su eficacia de uso pediátrico con un perfil plano y estable con una duración de acción de más de 42 horas y lo más importante, reduce el riesgo de hipoglucemia (baja en los niveles de azúcar) nocturna, con respecto a otras insulinas.

Por el momento, el medicamento que viene en presentación de pluma precargada, está disponible en la medicina privada y se espera que a mediano plazo llegue a las instituciones del Sector Salud.