Wendy Montalvo/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- La venta de flores de Nochebuena está al 90 por ciento en lo que va de la temporada y lo que resta, los productores esperan venderlo este fin de semana, informó Fernando Poblano Cantón, propietario de Flores Finas de Teya. 

Este año se produjeron 50 mil plantas, deben quedar de 600 a 700 ejemplares en los viveros, de acuerdo con las cifras de los productores, que realizaron un recorrido por esos lugares. 

En 2015 el objetivo es aumentar la producción de la Nochebuena en Yucatán, subirán a 20 mil flores, de manera que en total se llegue a 70 mil plantas.

Este proyecto se concretó con recursos del Gobierno del Estado para rehabilitar a los grupos productivos en unidades que estaban semiabandonadas, para producir las plantas. La inversión en recursos estatales fue de un millón 900 mil pesos.

Poblano Cantón recordó que en marzo pasado importaron tres mil esquejes enraizados de Estados Unidos, que reprodujeron en Teya y de los cuales sacaron la producción de este año.

Rehabilitaron varios viveros en agosto, las plantas empezaron a florecer en noviembre. La venta de Nochebuenas comenzó con un pedido para una tienda departamental.

Poblano Cantón subraya que en la Península hay un mercado insatisfecho en cuanto a la distribución de esta planta, pues lo que llegaba del centro del país era de mala calidad, por eso se empezó a producir localmente.

“La distancia de Yucatán con respecto al centro del país es una fortaleza para nosotros. En un principio la cuestión del flete era muy cara, por eso fue una buena opción producirla aquí”, agregó.

¿De donde viene la Nochebuena?

La flor de Nochebuena o cuetlaxóchitl (flor que se marchita en náhuatl) es originaria de Taxco, Guerrero, donde se da naturalmente a partir de noviembre.

Para los aztecas, la cuetlaxóchitl simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al Sol para renovar sus fuerzas.

Los frailes franciscanos la nombraron Nochebuena, pues florece precisamente en invierno, de esta manera la integraron a las fiestas de Navidad adornando los templos y el nacimiento. Desde el siglo XIX esta flor adornó las iglesias en las fiestas navideñas.

Joel Robert Poinsett, quien fue embajador de Estados Unidos en México de 1825 a 1829, conoció esta planta en un viaje que realizó a Taxco, Guerrero, en Navidad.

Ahí visitó la iglesia de Santa Prisca, que estaba adornada con flores de Nochebuena. La flor le gustó tanto por su belleza y sus llamativos colores, que se llevó algunos ejemplares para cultivarlos y distribuirlos en los invernaderos que tenía en su casa, en Greenville, Carolina del Sur.

En el aspecto medicinal, la Nochebuena se usa para aliviar malestares femeninos, padecimientos cutáneos y procesos inflamatorios.