Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Los nuevos tiempos reclaman que la transparencia y eficiencia de los programas públicos, particularmente los vinculados con el combate a la pobreza y el desarrollo social, estén debidamente evaluados y en ese sentido, convendría que Yucatán cuente con un organismo público autónomo de evaluación estatal del desarrollo social similar al Coneval, propuso Beatriz Zavala Peniche, vicepresidenta de la Cámara de Diputados.

Afirmó que es urgente cambiar el concepto del desarrollo social, puesto que es claro que ha habido enormes inversiones en ese campo y los resultados no han sido los esperados en muchos sitios del país.

Impulsora de la Ley de Desarrollo Social vigente en México, creada cuando fue presidenta de la Comisión de Desarrollo Social en la Cámara de Diputados, la legisladora afirmó que si los programas sociales no son evaluados con una metodología probada internacionalmente por instituciones y organizaciones no gubernamentales, como los métodos lógicos, en vez de propiciar el desarrollo de manera sostenida, sólo se seguirá gastando el dinero sin lograr que la población en situación de pobreza salga del estado en que se encuentra.

Equivocaciones al evaluar

Dijo que una de las mayores equivocaciones a la hora de formular la evaluación y seguimiento de los programas ha consistido en establecer indicadores usados  comúnmente para evaluar programas de inversión, como el tan socorrido “costo-beneficio” que es frecuente encontrar en los letreros de obra donde se indica que hubo “tal inversión y se consiguieron tantos beneficiarios”.

“Es un error continuar con ese tipo de mediciones, cuando el sistema costo-beneficio es el que se aplica para medir beneficio económico de un negocio”, aseguró.

“Se recomienda la creación de un organismo público autónomo conformado por especialistas, universitarios y miembros de la sociedad civil para contribuir tanto a escala estatal como en  los municipios, al establecimiento de criterios que permitan medir lo que se está haciendo y corregir el rumbo”, dijo.

“Ya existen los planes estatal y municipales de desarrollo y hoy se requiere verificar que el dinero invertido en programas sociales impacte realmente donde debe, como una manera de seguir gastando dinero sin medida, máxime que el Estado dispone de reducidos fondos propios”, indicó.