Comparten la vida y su amor por la fotografía

Waldemaro Concha Vargas y María de la Luz Medina Chávez son los pocos latinoamericanos en utilizar la técnica fotográfica del ambrotipo.

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María de la Luz y Waldemaro han expuesto en diferentes estados y en el George Eastman House en Rochester, Nueva York. (Luis Pérez/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Waldemaro Concha Vargas y María de la Luz Medina Chávez además de compartir la vida como esposos, comparten el amor por la fotografía a través de la técnica del ambrotipo.

Dicha técnica es un recursos que genera imágenes con aspecto antiguo, pero captadas en la actualidad, a manera de vaso comunicante entre el pasado y el presente, con el fin de dar testimonio del tiempo a través de la lente.

Son de los pocos mexicanos y latinoamericanos dedicados a esta particular labor; su trabajo ha traspasado fronteras, están creando profesionales en el estilo para propósitos de preservación y artísticos, y constantemente desarrollan proyectos para retratar la contemporaneidad.

Este año comenzaron la serie “Álbum Pintoresco de Mérida”, que evoca aquel realizado por Manuel Espinosa y Rendón, en 1870, con la misma técnica, pero hace 144 años, y del cual no han localizado alguno de los 20 ejemplares, por lo que exhortan a descendientes de familiares cercanos o amigos del autor a que ayuden a la búsqueda de alguna de las piezas. 

Juntos fundaron “Ambrotipos Yucatecos” una organización a través de la que generan proyectos y la gente puede solicitar retratos con esta técnica. 

La primera fotografía

Él es maestro antropólogo, ella es arquitecta por profesión y los dos son fotógrafos por pasión, tras quedar cautivados por la magia de la imagen lograda a través de la técnica del colodión húmedo. 

La conocieron como parte del trabajo de Waldemaro, encargado del departamento de Restauración y Conservación de la Fototeca “Pedro Guerra”, de la Universidad Autónoma de Yucatán, donde conoció los procesos para fines de su conservación, pero al entenderla en toda su belleza ambos decidieron practicarla para mirar su tiempo.

La primera fotografía que lograron fue la que tomó Concha a su amada Lucy, hace 15 años, en la que aparece con su hija Dámaris sentada en sus piernas. 

Con un grueso marco dorado la imagen es parte de su historia, sus inicios. 

Su primer laboratorio fue un baño, ahora tienen un espacio acondicionado y un laboratorio portátil único en su tipo.

El pasado 13 de abril cumplieron 30 años de casados, más de la mitad de ellos trabajando juntos, compartiendo el amor por el arte de la lente.  

Ambos son reconocidos como autores de su amplia obra, con diferentes series que comprenden más de 200 fotografías logradas y otro tanto de prueba para perfeccionar los procesos. 

Como si cantaran a dueto, durante la entrevista la pareja complementaba la información del otro, en sintonía de pensamiento, sonrisas y emociones, completando las frases y complementando las anécdotas con imágenes, libros y placas de diferentes tiempos.

Creando escuela

Enmarcados por su estudio, rodeados de imágenes y químicos, como alquimistas de la fotografía, revelaron algunas de las imágenes que conformarán la exposición de su más reciente trabajo “Álbum Pintoresco de Mérida”, el cual será revelado el 6 de enero del año entrante, durante las celebraciones del aniversario de la ciudad. 

En entrevista, destacaron que su estilo no es mejor, ni menor a ningún otro proceso para hacer fotografía, solo diferente y sobre todo, con resultados que les gusta, los complace, a pesar del trabajo que implica. 

No desdeñan lo digital, ni tampoco los demás procesos antiguos, porque saben que lo que define es la manera en que capta las imágenes: la composición, la luz, la geometría, los personajes que se retratan y que son buscados por el ojo del creador.

Desde el 1997 comenzaron a producir sus imágenes y dos años más tarde, comenzaron a ofrecer  talleres en la Escuela Nacional de Restauración, Conservación y Museografía. Sus espacios formativos los han impartido en varias ciudades de México y en Chile.

“Nosotros no nos queremos quedar con nada, lo que deseamos es que otros aprendan para que preserven esta técnica. Muchos nos dicen que estamos locos, porque invertimos mucho en lo que hacemos cuando podríamos dedicarlo a otra cosa, pero a nosotros nos gusta, nos llena, nos hace felices y cuando nos muramos sin acumular riqueza, sabremos que hicimos lo que nos apasionó durante toda la vida”, aclaró Waldemaro. 

Perfil y trayectoria
  • Fecha de nacimiento de Lucy: 5 de mayo de 1961
  • Fecha de nacimiento de Waldemaro: 24 de octubre de 1959
  • Pertenecieron al grupo de fotógrafos “Alquimia” con profesionales de fotografía análoga, digital y procesos antiguos, con el que expusieron en varios espacios.
  • Actualmente dos de sus piezas forman parte del Museo Itinerante promovido por la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida.
  • Han expuesto en diferentes estados y  en el George Eastman House en Rochester, Nueva York
  • Además del trabajo sobre la capital yucateca, están armando el proyecto “La ruta de Désiré”, el siguiente para recrear los recorridos de Désiré Charnay, un viajero que fotografió las zonas arqueológicas del Estado con el fin de demostrar que la fotografía era más verídica que dibujos y pinturas.
  • En su calidad de investigador Waldemaro Concha publicó el libro “Fotógrafos, imágenes y sociedad en Yucatán, 1841-1900”

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