Construir, la clave de la vida: directora del 'El Hogar de Loreto'

Loreto Marrufo Gurrutia inició su fundación por el amor a sus hijos, y en agradecimiento a Dios.

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Loreto Marrufo Gurrutia, fundadora de la organización 'El Hogar de Loreto', desde hace 30 años impulsa el tema de la atención y derechos de personas con discapacidad. (Jorge Acosta/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “Los problemas no existen, son oportunidades  de crecimiento,  la vida es para construir”, es el lema que rige el proyecto de vida de Loreto Marrufo Gurrutia, fundadora de la organización “El Hogar de Loreto”, una obra que nació del amor a sus hijos, y en agradecimiento a Dios por la gracia de haber puesto en su camino dos grandes oportunidades para ayudar y construir.

Desde hace 30 años impulsa el tema de la atención y derechos de personas con discapacidad, así como la capacitación de los padres de familia para que apoyen a sus hijos en las terapias y aumenten las posibilidades de éxito con su dedicación.

El Hogar de Loreto brinda apoyo moral, asistencia médica, asesoría pedagógica y psicológica, tanto a niños con lesión cerebral y otras discapacidades como a sus familias.

Su generosidad se amplió más allá de sus hijos y alumnos; hace 11 años su marido Armando Osorio y Rivero y ella quedaron como custodios ante la autoridad, de Leslie Isabel Ríos Castellanos luego de que la madre de ésta falleció y la familia de la niña no se hizo cargo de ella.  Ellos son ahora su familia y tiene  un hogar amoroso para toda su vida. 

La caridad inicia en casa

“Ayudar para mí es un proyecto de vida y cuando lo percibes así, te sientes bien hasta el momento en el que te están sacando en tu cajón”, dijo entre risas Loreto, convencida de que el servicio es inherente a la naturaleza humana, sólo por existir.

“Dios te da la vida y la salud, y hay que aprender a construir.  Tuve la oportunidad de tener dos hijos con problemas y le pedí a Dios que si me concedía la gracia de que se rehabilitaran también ayudaría a otros niños, porque la caridad comienza en casa, no podía abrir una escuela mientras mis hijos no estaban rehabilitados”, agregó.

Recordó que en el camino se encontró con madres que creían que sus hijos eran un castigo y ella les aconsejaba que cambiaran la visión y así podrán lograr mejores resultados para sí mismos y sus retoños.

“Si no haces algo en este mundo, estás respirando el aire que alguien le hace falta. Cuando uno construye y encuentre en sentido de la vida, es menos fácil que Dios te lleve pronto, porque debe pensar este está chambeando, la dejamos. Los problemas no existen, son oportunidades de crecimiento, para eso son para resolverlos, pero hay algunos que lo sufren, lo padecen, pero hay que solucionarlo, a corto, mediano y largo plazos y darle carpetazo. Los problemas que vienen serán aún más grandes, porque vas aprendiendo;  es como en la escuela: en el kínder no te ponen ejercicios de preparatoria, todo va a su nivel, el ser humano vino para crecer”.

Dijo que ayudar es una inversión que devuelve ingresos al por mayor pero al nivel espiritual, y de la providencia, porque con pocos recursos logran alimentar a sus alumnos, familias y hasta dar despensas a quienes tiene problemas para financiar sus necesidades básicas.  Además el servicio es gratuito. 

Pruebas que inspiran

Considera que el “Hogar del Loreto” es el resultado de haber enfrentado una prueba de la que se estaba preparando desde su juventud.

“Dios me midió: tuve un accidente cuando tenía 18 años, me lastimé la columna, tengo injertos, un clavo en la cadera; esto me pasó mientras estaba cortado zaramullos para ayudar a personas del Hospital O’ Horán. Lo superé, me operaron, años después me casé y Dios me dio la oportunidad de tener a mi niña, nace con un problema, y es el momento en que me surge la voz que me decía: ‘si estás dando a los demás ahora te toca dar a ti en los tuyos, para demostrar lo que eres’. El doctor me dijo que no habría complicación con mis siguientes hijos, y mientras me dedicaba a mi hija, al año dos meses me embaracé y cuando nació mi hijo, me alegré de tener la pareja y me avisó el doctor que también tenía problemas y además estaba ciego”, narró.

En su relato recordó que su pequeña nació con hipoxia cerebral (se refiere a un reducido suministro de oxígeno al cerebro) meningitis y su hermano además tenía la discapacidad visual, fue prematura y de bajo peso. Con este escenario, lo único que pensó fue en construir.

“Cuando vi ese pedacito de carne, le dije al doctor: ‘No quiero ni un hijo más, con estos dos me voy a quedar y los voy a sacar adelante, ¿Cómo?, ¿dónde? no sé, pero voy a trabajar para ellos, porque son dos talentos que Dios me dio’. Me puse a trabajar con mis hijos, me entregué cuerpo y alma porque son lo que más quiero, son mi vida. Es cuando hago un trato con Dios y le digo que si él me ayudaba a sacar a los niños adelante, me dedicaría a otros niños en la misma situación”.

Con todos los pronósticos en contra, logró no sólo que se rehabilitaran, sino que fueran a la escuela hasta la secundaria sin tener educación especial, ella fue quien se capacitó y adaptó los programas educativos. Ahora sus hijos dos adultos, son autosuficientes y están casados.

“Mi experiencia fue un peregrinar, pero siempre esperando todos los días, que hay que construir algo, yo no me agaché, nunca me conformé”, agregó.

Con una filosofía de vida basada en la fe y la lucha, fundó la causa en 1995, pero no fue sino hasta el 2007 cuando recibió el nombre de El Hogar de Loreto, todo enmarcado legalmente con el fin de poder acceder a fondo y ayudar más, son una institución donataria. 

En sus inicios, cómo no había una cultura y atención adecuada del tema de discapacidad, se capacitó en Estados Unidos becada por personas generosas que pagaron la formación. Posteriormente ella fue quien capacitó a otros para dar atención de calidad.

La asociación está  constituida y autorizada ante un notario público y publicado en el Diario Oficial de la Federación. Y las necesidades no se detienen: cada día requieren de alimentos, artículos de higiene, especialmente pañales de adulto, padrinos para pagar terapeutas para los niños cuyas madres necesitan trabajar porque son fuente única de ingreso en sus casas y donativos que permitan continuar mejorando la infraestructura.

Las instalaciones actuales corresponden a su casa; el predio lo adaptó para tener los espacios necesarios para las terapias.

Perfil y trayectoria
  • Loreto Marrufo Gurrutia nació el 5 de junio de 1948.
  • Ha obtenido reconocimientos y fondos de diferentes organizaciones de presencia nacional e internacional.
  • La Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias Capítulo Yucatán, A.C. (Ammje) le dio una mención honorífica por su labor.
  • La Universidad Interamericana para el Desarrollo la ha premiado dos veces con el reconocimiento “Nuestros Héroes”.
  • La cadena Wallmart la reconoció en su cateogría “Héroes anónimos”.
  • El Hogar de Loreto está en la calle 31 por 58 del fraccionamiento Francisco de Montejo, en Mérida. 

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