'Quema' al Ayuntamiento cadena de siniestros

Regidor acusa negligencia de la Unidad Municipal de Protección Civil, que ha incumplido su función de verificar las medidas de seguridad

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Bomberos y Protección Civil evaluaron la zona para determinar las causas del estallido que derrumbó el edificio. (SIPSE)
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SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- La explosión del restaurante “La Nao de China”, ubicado en la colonia México Norte, es un eslabón más de la cadena de negligencia de la Unidad Municipal de Protección Civil, que ha incumplido con su función de verificar el acatamiento de las medidas de seguridad que deben guardar ese tipo de establecimientos, denunció ayer el regidor priista Rubén Segura Pérez y presidente de la Comisión de Protección Civil en el Cabildo meridano.

“Es muy grave que la Unidad Municipal de Protección Civil, por negligencia, ignorancia o de plano encubrimiento, no verifique si los restaurantes cuentan con su programa de seguridad interna vigente y con la debida capacitación”, afirmó.

Mencionó que se debe contar con algún programa operativo respecto de la verificación de los establecimientos comerciales y de servicios, como las plazas comerciales y restaurantes.

“No olvidemos que hace pocos meses se presentaron eventos similares en otros restaurantes, como 100% Yuca y Eladios, incluso las Bodegas de Andsa, en abril pasado”, recalcó.

Ayer informamos que la explosión por acumulación de gas en el área de la cocina del restaurante “La Nao de China” ocasionó intensa movilización de agentes de la SSP y de Bomberos, en un incidente que ameritó el cierre de la circulación desde la Glorieta de la Paz hasta la calle 20 de Itzimná, en Circuito Colonias.

En este tenor, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Mérida (Canacome), José Manuel López Campos, advirtió que este accidente es una llamada de atención para que las autoridades tomen cartas en el tema de la protección civil, pues muchos establecimientos con tanques de gas carecen de medidas de seguridad, lo cual es una “bomba de tiempo”.

En un recorrido realizado ayer por el Centro se constató que varios restaurantes incluso carecen de sanitarios para personas con discapacidad; entre ellos se encuentran: Bierhaus, Los Dos Toros, Italians, Sigafredos, Los Trompos, Vito Corleone, Punta del Cielo, Subway y La Chaya.

Rolando Zapata dijo que fortalecerán la vigilancia en comercios del Estado, principalmente en protección civil

Rubén Segura indicó que la actuación municipal estuvo plagada de actos negligentes, comenzando con lo poco profesional de la directora de Gobernación, Lizette Mimenza Herrera, quien, a su vez, lo es de la Unidad Municipal de Protección Civil, y ordenó que se presenten al lugar 20 policías municipales y supuestamente 15 funcionarios del área señalada, sin seguir los protocolos internacionales en materia de desastres.

Dijo que en lugar de acordonar el área, pues no se sabía inicialmente los motivos del siniestro, si fue accidental o un atentado, los funcionarios municipales alteraron el lugar de los hechos, contaminándolo.

Por su parte, el presidente local de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Álvaro Mimenza Aguiar, aseguró que los socios mantienen los protocolos de protección civil establecidos, incluso han creado manuales para su aplicación y los lineamientos que brinden seguridad a comensales y a empleados.

“Hay que aclarar que los empresarios del ramo cuentan con todas las medidas de seguridad”, dijo. 

SSE pone bajo la lupa a locales de comida

Como parte de la vigilancia para prevenir riesgos sanitarios, la Secretaría de Salud del Estado (SSE) afirma que realiza al día hasta siete verificaciones a restaurantes establecidos, de todas las categorías.

El director de Protección contra Riesgos Sanitarios de la SSE, Luis Parra Arceo, indicó que este proceso permite detectar a los propietarios de negocios que no acatan los lineamientos en la preparación de alimentos, la calidad del agua, la limpieza del establecimiento e incluso en la venta de alcohol.

Explicó que la verificación la efectúan inspectores que llegan al establecimiento, seleccionados al azar, y revisan que tengan los letreros para los baños, que el servicio sanitario funcione adecuadamente y que el personal de cocina tenga el cubre-cabello, así como que se efectúe una correcta separación de los alimentos y la temperatura de los refrigeradores.

También supervisan las condiciones en las cuales se manejan los alimentos, y por la experiencia, deducen qué alimentos pueden tener un grado de contaminación.

De esta manera, levantan el muestreo, ya que cuentan con la atribución, y lo mandan a analizar al laboratorio estatal de salud pública de la SSE; el resultado se obtiene en siete días.

“Si los resultados son positivos para algún tipo de contaminación, el local puede ser suspendido de inmediato”, apuntó. 

Refirió que de encontrar alguna anomalía se puede generar desde una multa, que va entre uno y 500 salarios mínimos, hasta la clausura parcial o total. 

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