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MÉRIDA, Yuc.- El secretario de la Reforma Agraria, Jorge Carlos Ramírez Marín, reconoció ayer que el principal reto de la administración federal será recuperar el valor real de la tierra para evitar que campesinos abaraten sus propiedades en manos de grandes empresarios.

"El reto es que ya no hay que repartir, hay poco qué certificar", sentenció.

De acuerdo con un comunicado, Ramírez Marín expuso lo anterior en el desayuno de la amistad que desde hace 25 años realiza el profesor Rubén Calderón Cecilio en una quinta de su propiedad. En esta ocasión asistieron poco mas de 300 personas, entre las que destacaron los ex gobernadores Dulce María Sauri y Francisco Luna Kan.

"Está a la vista que lo que hemos hecho y tenemos es insuficiente, 52 por ciento de la tierra que es propiedad social estaría produciendo el 52 por ciento de las riquezas del país y es exactamente lo contrario, por lo que el 85 por ciento de las riquezas que producen las ciudades no se produce en el campo", comentó.

"El 52 por ciento de la población es pobre y la mayor parte de la pobreza se concentra en el campo, algo no estamos haciendo bien y hay que corregirlo de inmediato", afirmó.

"Nuestro problema es que hemos dividido el territorio nacional y esa división sólo la aprovechan quienes tienen dinero, quienes hacen de esto un comercio", resaltó.

"Es el momento que el Gobierno ponga límites a esto. Debemos hacer desarrollo agrario, para que la gente poseedora de la tierra le dé el valor real", comentó.

Regalaron su riqueza

"Hemos dejado que la gente regale su riqueza, eso nos complica el futuro de toda nuestra supervivencia, porque no podemos seguir haciendo simplemente casas de las cuales salen los delincuentes, inadaptados y quienes compran el futuro de las ciudades", mencionó.

Hay que construir los espacios del futuro, continuó. Las casas abandonadas son un problema grave, pero esto se agrava más con la falta de planeación urbana que encarece los servicios.

"Es increíble como un hombre que lleva la imagen de la virgen de Guadalupe 45 kilómetros hasta la Basílica, luego se puede convertir en sicario o ser parte de una banda, porque la sociedad nos va expulsando de los lugares de origen", dijo.

"Nos va dejando retrasos en lugar de compactar una ideología, una cosmovisión, nos va quitando partes y aunque logremos ser de repente sumamente devotos a veces nos volvemos crueles", expresó.

"El mexicano no estaba preparado para esta ruptura y nosotros la hemos favorecido desde la política y debemos volver a unir la sociedad", afirmó.

"Hay que hacer que los dueños de la tierra le den a su tierra verdadero valor, pero no podemos hacerlo si los dejamos indefensos", insistió.

"La gente depositó en el PRI una confianza, pero ahora piensa en el Gobierno y éste está obligado a dar respuestas", aseguró.

"Estamos ante una nueva posibilidad de tomar nuevas definiciones, tenemos un espacio en que podremos proponer a  la gente la nueva definición de reforma agraria, educación y seguridad, y dependerá de que lo que definimos se cumpla", concretó.