Agencias
MÉRIDA, Yuc.- La reciente irrupción de los jueces mayas en comunidades apartadas de Yucatán ha permitido, además de salvar querellas civiles o penales, recobrar el valor de la palabra empeñada por parte del infractor para resarcir el daño, como sucedía en la época prehispánica.

Desde enero pasado, los llamados jueces mayas empezaron a funcionar en respuesta a la entrada en vigor del Sistema de Justicia Maya de Yucatán, hombres y mujeres electos directamente por la comunidad, con independencia de actuación y que privilegia la mediación y la conciliación, expuso Elizabeth Gamboa Solís, directora del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya (Indemaya).

Para la funcionaria, uno de los grandes valores de esta figura impartidora de justicia es lograr mantener la armonía de la comunidad, ello mediante el diálogo directo tal y como hacían el consejo de antaño.

Siete jueces en 106 municipios

En entrevista con Notimex, la funcionaria estatal resaltó que el número de jueces aun es mínimo, sólo siete en los 106 municipios, sin embargo, los resultados de su actuación han permitido salvar situaciones que en muchos casos resultan en largos juicios y conflicto permanente de las partes.

Un juez maya, explicó, es una persona apreciada y reconocida por la comunidad, por ello es electo por la propia comunidad para asumir el cargo y quien deberá atender aquellos casos de conflicto menor al interior de la población en la que habita.

Respeto ante todo

La mayor virtud de un juez maya, no es que “sea estudiado”, sino que sea respetado por el pueblo, a él llegarán por ejemplo los conflictos que se generen cuando el ganado de un vecino entre a comer la milpa del otro.

Antes de esto, resaltó, el campesino afectado tenía que abordar el camión, dirigirse a un agencia ministerial y poner su demanda, lo que implicaba no solo los gastos de transportación, sino el tiempo que se pierde, además muchas veces no se resolvía el conflicto.

Privlegian la mediación

Una de las cosas innovadoras, es que en la actualidad tenemos una jueza que ha logrado mediar entre las partes; el agresor reconocer estar equivocado y además se compromete a resarcir el daño, por ejemplo el pasto comido por su ganado, el cual sembrará en época de lluvias para garantizar su crecimiento.

“El nuevo sistema de justicia penal acusatorio, los juicios orales son una novedad entre el pueblo de habla castellana, pero para los mayas, su empleo es ancestral, lo que ha favorecido a la calma en las comunidades”, enfatizó Gamboa Solís.

En el pasado, dijo, el consejo de ancianos es el que decidía si había una mala actuación y de ser positivo, se le imponía sanciones al infractor como hacer trabajo comunitario o fajina, lo que ayudaba a que si incumplía la sanción, es la población quien señala al infractor.

Indicó que para la designación de un juez maya, éste deberá ser propuesto por la propia comunidad, lograr el 50 por ciento más uno del total de votos del padrón y establecer que su mayor virtud será la búsqueda de la conciliación.

En la actualidad, resaltó, sólo tenemos siete en comunidades apartadas, pero la nueva ley establece que podrá haber uno en cada una de las comunidades mayas de los 106 municipios, inclusive la capital del estado, por lo que esperamos que estos aumenten y coadyuven con el desarrollo comunitario.