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MÉRIDA, Yuc.- Resguardados bajo los más rigurosos procedimientos de conservación, cientos de documentos de alto valor histórico que registran los hechos más trascendentes en la historia de la Península de Yucatán se encuentran celosamente guardados bajo el cuidado del Archivo General del Estado (AGEY).

Entre algunas de las joyas documentales que se conservan en este recinto se encuentra el libro de actas de sesiones del Congreso del Estado de 1825, que contiene la Constitución de ese mismo año, firmada por Antonio López de Santa Ana; un libro de asentamientos, escrito en maya, sobre acciones llevadas a cabo en Tekantó, el cual data de 1780 a 1820, tales como compraventas de tierras e inclusive libros de protocolo notarial de época colonial, donde se asientan ventas de esclavos.

Creado en 1945, el AGEY está dividido en dos grandes secciones, entre ellas la oficina de concentración que agrupa a los documentos del Poder Ejecutivo del Estado, que están en trámite concluido, pero que aún conservan su valor administrativo, legal y fiscal, garantizando la confidencialidad de la información y su consulta está disponible sólo para las dependencias que produjeron dichos documentos.

Con 4.5 km de estantería y una planta laboral de 33 profesionales, entre historiadores, lingüistas y restauradores, este sitio de registro documental cuenta con personal mayahablante capacitado en archivonomía y biblioteconomía, que cuida documentos con más de 300 años de antigüedad, como una correspondencia de gobernadores que data de 1685.

La directora del Archivo, Fabiola Cortés Cachón, indicó que la finalidad es tener un control sistémico, intelectual y operativo del acervo documental y brindar un acceso adecuado a los investigadores que permita la construcción continua del conocimiento en el Estado.