Agencias
MÉRIDA, Yuc.- Con el taller "Sensibilización a la discapacidad", personal de restaurantes es capacitado para atender adecuadamente a discapacitados.

En rueda de prensa en el local de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), la directora del DIF municipal, Gabriela González Prieto, informó que Yucatán es el tercer estado del país con mayor número de discapacitados.

Indicó que las discapacidades pueden ser físicas, psicológicas, sensoriales, congénitas o adquiridas, “y en Mérida hay un elevado índice de personas con alguno de estos problemas”.

“No dudamos en sumarnos a la iniciativa de la Canirac para brindar capacitación a sus agremiados”, resaltó la funcionaria municipal en un comunicado.

Explicó que atenderán dos grupos de 20 personas por semana, y lo que buscamos es crear una red de capacitadores, de manera que lo que aprendan hoy aquí lo repliquen en sus centros de trabajo.

Por su parte, informa Notimex, el presidente local de la Canirac, Álvaro Mimenza Aguiar, indicó que este martes inició formalmente la capacitación en el tema de restaurante incluyente para sensibilizar a los participantes en la atención a este sector de la población.

Resonancia entre los ciudadanos

“Lo importante es que con este taller, el sector restaurantero se pondrá en los zapatos de las personas con alguna capacidad diferente”, puntualizó.

Añadió que el taller también tendrá resonancia ciudadana, ya que cada persona que lo tome replicará lo aprendido con sus amigos y familiares.

De esta manera se expande la conciencia del respeto y la empatía hacia quien padezca alguna discapacidad.

Asimismo, Nelia Vázquez, coordinadora de Psicología del DIF municipal, precisó que en el taller se simulan situaciones que permitan a los participantes acercarse un poco a los retos, problemas y situaciones que enfrentan día a día ese tipo de personas.

Detalló que en la parte vivencial del taller, a cada participante se le asigna una discapacidad, con la cual tendrán que realizar actividades diferentes, además de un pequeño recorrido en las afueras de la Canirac, ya sea con los ojos vendados o con alguna pierna inmovilizada.

Desde el inicio del curso, los participantes se enfrentan a retos que, aunque sencillos, los motivan a la reflexión, como utilizar únicamente la mano no dominante para escribir su nombre y colocarse las tarjetas de identificación.