Vocación de servicio al prójimo

Colaboradores de Salvemos una Vida dan testimonio de la labor desempeñada al ayudar a salir de la depresión.

|
Conductores e invitados de la emisión “Salvemos una vida”. (José Acosta/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En el marco del aniversario número diecinueve de Salvemos una Vida, durante la emisión de radio que promueve esta asociación se compartieron con la población los testimonios de vida de quienes hacen una realidad esta labor de prevención del suicidio.

De esta manera, ayer en el programa que se transmite cada viernes por el 100.1 de La Nueva Amor, estuvieron presentes en la conducción Adela Canales, Jorge Barrera y como invitados a Alis García, Mary Liz Escalante, Javier García Maldonado, Esperanza Nieto, Andrea Pacheco Fajardo, voluntarios y colaboradores de este organismo.

Adela Canales señaló que tanto impacto ha tenido el trabajo de esta institución que incluso ya se tienen diversos convenios con universidades para que los estudiantes hagan su trabajo social o prácticas.

Asimismo compartiendo su testimonio de vida al trabajar como voluntaria, Mary Liz Escalante indicó que a lo largo de estos años ha conocido muchas cosas, el dolor, primeramente en el teléfono, porque cuando inicia en el programa la preparan para la intervención en crisis en los números 075 y 9453777.

Canalización inmediata

Explicó que el teléfono es una opción para captar a la persona que está en una necesidad, pasando un momento complicado por lo cual se le escucha con cierta brevedad y luego se le refiere al lugar adecuado, para lo cual se tienen unas listas en donde están enlazados y es canalizarlos, ya sea con un médico o una institución.

Recordó como parte de esta labor cuando un lunes por la mañana una madre de familia habla gritando que su hijo estaba colgado y el joven estaba vivo aún, entonces lo único que se puede hacer es intervenir y hacer que la persona lo baje, porque cuando una situación así, se llega a perder y por tanto su labor consiste en ser una guía.

“Entonces fue que con voz fuerte le dije que lo baje, oigo al muchacho toser y con la experiencia que uno va adquiriendo sentía que podría ver esa escena a través de lo que escuchaba y después la señora regresaba al teléfono y lo importante es que puedes reaccionar para ayudar en esos momentos, sacamos lo mejor que tenemos para dirigir a quien está sufriendo”, apuntó.

Mencionó que después de desempeñarse en la labor al frente del teléfono, pasó a dar atención directa a las personas, para lo cual se preparó, estudió desarrollo humano, luego empezó con tanatología y posteriormente a psicoterapia para dar un servicio de calidad.

“Porque estamos trabajando con seres humanos y no podemos ofrecer un mal trabajo, debemos hacerlo de calidad a quienes lo requieren, después de ver el dolor por el que pasan”, manifestó.

Impactado por suicida infantil

Por su parte, Javier García Maldonado dijo que su experiencia comenzó antes de llegar a Salvemos Una Vida, porque el tema le interesó cuando estudiaba la carrera de psicología en la Ciudad de México, donde leyó un artículo de un niño de 10 años que se suicidó, lo que lo impactó mucho.

“Desde entonces me puse a analizar por qué alguien atenta contra su vida y se enfocó a una investigación del por qué realmente las personas no valoraban su vida”, refirió.

De esta manera mencionó que realizó una investigación con una familia donde ocurrió un suicidio para sacar las causas sobre las cuales una persona atenta contra su vida y hubieron razones económicas, de relaciones de pareja, de perder poder, cosas materiales o personas, por lo que de alguna manera lo que quieren las personas en esa situación es cambiar lo que están viviendo, no necesariamente atentar contra su vida.

Indicó que cuando regresó a Mérida a aplicar sus conocimientos y su experiencia como psicólogo, tuvo la fortuna de conocer Salvemos Una Vida, desde hace siete años, donde ha colaborado para que mucha gente cambie su vida.

Explicó que muchas personas están en depresión y no lo saben, sencillamente no están contentos con la vida que llevan.

Puntual seguimiento

Actualmente está dando seguimiento a algunos casos a través de la psicoterapia, dando alternativas a las personas para que sigan adelante, “sólo lo tienen que descubrir”.

“Sé que todos pensamos que reaccionamos de diversas maneras, pero hay que estar convencidos, al menos yo lo estoy de que en esta vida no debemos apoyar nuestra felicidad en las cosas, ni en las personas, sino encontrar la felicidad en uno mismo, en la búsqueda siempre de crecimiento personal”, argumentó.

Por su parte, Esperanza Nieto destacó que cada uno de los voluntarios de este organismo ha entrado para ayudar de la forma que sabe o puede hacerlo y lo maravilloso es que todos desde su área son altruistas, nadie gana nada económicamente, pero sí ganan muchas satisfacciones.

“Eso es lo más bonito de este equipo que hemos formado en estos años, que estamos los que queremos estar, porque nos satisface ayudar, porque estamos muy contentos con nuestros compañeros y se ha acercado mucha gente unos más tiempo que otros, pero todos siempre dispuestos a ayudar a quien lo necesite”, destacó.

Alis García dio las gracias a Dios porque les ha permitido trabajar todo este tiempo por ellos mismos, por la gente; así como a todos los voluntarios que han aportado ese granito de arena y desde luego a todas las personas que han apoyado física, mental, espiritualmente y económicamente, porque es así como se ha mantenido el Centro estatal de atención al suicidio, donde en la mañana se brinda el apoyo psicológico y en las tardes los talleres.

“Acuérdense que cuando tengan la necesidad no dejen de hablar por teléfono o de ir a la Casita y una vez más gracias a todos por estar aquí y a nuestro Señor porque nos da el ánimo, nos deja ayudarnos y porque nos va a dejar seguir muchos años más y debemos sentirnos orgullos los yucatecos porque es el único programa a nivel nacional de este tipo”, manifestó.

Jorge Barrera agregó que diecinueve años se dice fácil pero es una labor trascendental que redunda en beneficio de la población.

El taller

Durante la emisión, la especialista en psicología Andrea Pacheco Fajardo indicó que se llevará a cabo un taller sobre el manejo del estrés, la intención es ir adquiriendo ciertas estrategias para manejar situaciones que pueden ser complicadas o complejas. 
Los cursos comienzan mañana de 09:00 a 13:00 horas, es intensivo y se realizará todos los sábados durante las vacaciones de verano (julio y agosto). 

Se abarcarán tópicos como los síntomas del estrés, motores y fisiológicos, que es como una prevención para no llegar a decisiones equivocadas. Para cualquier informe las personas pueden comunicarse al 9453777 o acudir al Centro de Atención Integral al Problema del Suicidio, mejor conocido como “La Casita”, que se ubica en la calle 56 con 49 y 51 del centro.

“Todos tenemos alguna situación que a lo mejor puede estar afectándonos y no sabemos cómo manejarla, entonces la intención es proporcionar herramientas que sean parte de la solución como un botiquín emocional, lo cual refiere a aquellas estrategias que nosotros podemos ir adquiriendo para que cuando se nos presenten situaciones complejas, podamos manejarlas”, dijo.

Comentó que muchas veces las situaciones naturales de la vida se toman como algo catastrófico y a veces no lo son.

Lo más leído

skeleton





skeleton