Saquean santuario de orquídeas en Mérida

Investigan el robo de flores en la UMA, de donde se llevaron orquídeas y bromelias de entre 40 y 50 años. Existe una demanda ante la PGR.

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Fernando Poblano Cantón detalló los daños que sufrió la UMA “Flores Finas Teya”. (Milenio Novedades)
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Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- El Museo Viviente de las Orquídeas, considerado patrimonio nacional, fue devastado; el importante santuario en la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) “Flores Finas Teya”, la cual está registrada ante la Semarnat, fue saqueada hace unos días.

Cientos de plantas de orquídeas y bromelias del museo desaparecieron, por lo que el caso ya ha sido turnado a la Procuraduría General de la República (PGR).

En el recinto se exhibían 198 especies en peligro de extinción en diversas entidades y en otros países, las cuales están protegidas por normas federales, como son la Laeli gouldiana, de Chiapas, que la NOM 59 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la considera extinta. 

Además de las cientos de plantas que se llevaron, quienes cometieron el hurto también devastaron el Museo Viviente de las Orquídeas que existía en el lugar.

El administrador único del lugar, Fernando Poblano Cantón, quien comenzó hace 10 años el proyecto del vivero sobre la carretera que va a esa comisaría ubicada en la carretera Mérida-Cancún, y en donde dos años después comenzó la creación del Museo de Orquídeas, que ya había cumplido ocho años, detectó el saqueo el pasado lunes 2 del presente mes.

Relató que regresó la semana pasada a su centro de trabajo y revisó el lugar, constatando la falta masiva de ejemplares híbridos y naturales; en primera instancia los trabajadores “se percataron” que el lugar había sido robado.

Cuando comenzó la investigación encontró que quienes lo hicieron no se llevaron las plantas caminando, sino que incluso aprovecharon el fin de semana y metieron vehículos al local para cargar con las plantas que pudieron.

Sospechan que los responsables son coleccionistas de orquídeas, que saben el valor de esas plantas, por la forma en que se las llevaron

“Se llevaron incluso algunas especies que se consideran extintas en sus lugares de origen y que aquí se estaban preservando; eran plantas con una antigüedad de 40 ó 50 años, por la dimensión que habían alcanzado; sólo dejaron los troncos en algunos casos, pero hasta las etiquetas de metal que tienen los datos de identificación se llevaron”, explicó.

“Las plantas dan un espolón cada año, y las que se llevaron tenían racimos, por lo cual estimamos que su edad era de medio siglo”.

"Tenía orquídeas de diversos estados y países, que difícilmente volverán a encontrar, ya que para hallarlas no sólo tuvo que obtener permisos oficiales y pasar entre grupos rebeldes, sino que esas plantas no se cultivan en un año.

“Hay una especie que tuve que viajar a Guatemala y en El Salvador por una de éstas, que por cierto están en extinción.

"Tuve que tratar con la Mara Salvatrucha y tuve que pagar una cuota para que me dejaran pasar; actualmente, los índices de violencia está tan sectorizada que sería difícil salir con vida en su territorio y encontrarlos”, dijo.

Poblano Cantón comentó que desde su punto de vista en el robo participaron personas que son coleccionistas de orquídeas, que saben el valor de esas plantas, por la forma en que se las llevaron;  algunas ni siquiera tenían flor o bien su floración no es vistosa para comercializar, pero los conocedores entienden su valor, así que sabían lo que hacían.

Indicó que la mayoría de las plantas estaban al alcance, a baja altura, pero otras requerían algún tipo de apoyo y aún así no se salvaron.

El administrador lamentó que las autoridades federales como Semarnat, Profepa e incluso la Fiscalía General del Estado estén tan limitadas para actuar en estos casos, sobre todo la segunda, que por encontrarle dos “omisiones” que no le dio tiempo de corregir los ha multado y ahora no pueden intervenir.

En cuanto a la Fiscalía, comentó que le dijeron que se tiene que proceder con tacto, “pues con la nueva ley ya no hay presuntos culpables”.

Dado que en el robo hay especies protegidas por las leyes federales, el caso ha sido turnado a la PGR.

Permisos

Para obtener la categoría de Unidad de Manejo Ambiental (UMA), registrada ante la Semarnat para especies vegetales o animales, se deben renovar los permisos y cumplir las disposiciones federales, faltar a ellas implica multas en la inspección que realice la Profepa.

El objetivo de estos sitios es promover esquemas alternativos de producción compatibles con el cuidado del ambiente, a través del uso racional, ordenado y planificado de los recursos naturales en ellas contenidos, frenando o revirtiendo los procesos de deterioro ambiental. También sirven para crear oportunidades de aprovechamiento que sean complementarias con otras actividades productivas convencionales.

Esto implica llevar un registro detallado de cada especie; sólo se pueden vender los excedentes, los “originales” aunque están bajo custodia del invernadero, son propiedad de la nación.

Investigaciones
  • Las autoridades investigan el caso en busca de las personas que se llevaron ilegalmente las plantas.
  • Algunos compradores de plantas cercanos a la zona se han entrevistado con el directivo del invernadero para saber cómo procederá.
  • También algunas personas que acuden a realizar investigaciones al lugar han comenzado difundir de boca en boca el robo; algunos conocen las especies de colección y esperan apoyar para hallarlas.

Se disponen a rastrear a las especies sustraídas

Las delegaciones locales de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ya tienen conocimiento verbal del saqueo y destrucción del Museo Viviente de las Orquídeas en Teya, comisaría de Mérida.

Mientras la Procuraduría General de la República (PGR) avanza en la integración del expediente por el delito federal que involucra especies protegidas bajo la Norma Oficial Mexicana 059 de la Semarnat, el jefe del departamento de Recursos Naturales y Vida Silvestre de esta última dependencia, Salvador Canul Dzul, indicó que el administrador único del lugar debe pasar un reporte por escrito.

Indicó que ha hablado por teléfono con el afectado y entienden la gravedad del hecho, pero dado el tipo del delito no es competencia de ellos, y ni siquiera de la Profepa, pero ambas deben recibir a la brevedad el reporte de las especies que estaban catalogadas, así como una copia del acta de la denuncia.

Con la finalidad de que al detectar o ubicar estas plantas, o al intentar dar de alta ante esa dependencia, si el solicitante no logra acreditar el origen de las especies, pueda comenzar una investigación para verificar la procedencia del ejemplar.

Indicó que las copias de estos dos documentos deben obrar a la brevedad posible con reporte por escrito ante la Semarnat y la Profepa, para que puedan actuar en cuanto detecten una situación anómala. 

En esta UMA, que opera bajo la normatividad de la Semarnat, habían más de mil 600 plantas de diferentes especies; además de orquídeas y bromelias en peligro de extinción, también se llevaron algunas palmas raras e incluso 47 híbridos de orquídeas de diversos países. 

Un lugar para el rescate de 'tesoros' vegetales

La Unidad de Manejo Ambiental (UMA) “Flores Fina Teya” es un proyecto que se puso en marcha en 2004, con la organización de grupos sociales; en una zona de este vivero se ubica el Museo Viviente de las Orquídeas, en el cual se rescatan y plantan sobre árboles de Camelia japónica a las orquídeas que en la vida silvestre se encuentran amenazadas por la deforestación.

En esta área se encontraban al menos 57 especies endémicas en proceso de conservación y estudios.

De acuerdo con los reponsables del sitio, el objetivo de este lugar es conservar, propagar, estudiar y aportar nuevos elementos a la cultura ambiental.

El museo de orquídeas ha permitido la elaboración de ocho tesis y libros sobre el tipo de especies que preserva.

Con los museos vivientes se promueve la integración al medio ambiente e inculca la preservación de los ecosistemas

El objetivo de crear este lugar fue que figure dentro de los museos vivientes de la ONU para promover la integración al medio ambiente e inculcar la preservación de los ecosistemas a través exposición, investigación, reproducción y comercialización.

Para ello, se trabajó de forma intensa para establecer un orquideario con 2000 ejemplares provenientes de distintos estados del país, con un paquete tecnológico que va desde su adaptación, nutrición, mantenimiento, reproducción y floración.

En este lugar también se permite la interacción de estas especies con otras plantas exóticas y en peligro de extinción de diversos países y estados de la República Mexicana.

Este museo cuenta con energía fotovoltaica para su funcionamiento, mercado de plasta y flores, zona de producción de orquídeas y área de vegetales orgánicas.

En 2005 se comenzó a preservar la familia orchidaceae, con el apoyo de alumnos de la carrera de Biología y de Ingeniería Agronómica del Instituto Tecnológico de Conkal, así como un taxónomo del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY) para identificar el material que tenían procedente de los estados de Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, así como de los países de Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Venezuela.

Para recrear el hábitat de las orquídeas que crecen en troncos de árboles vivos o secos, también hay helechos prehistóricos o arbóreos que junto con otras especies generan una réplica se selva húmeda. 

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