Celia Franco/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Por un descuido, Tito José Miranda Argüelles, de 75 años de edad, no descargó por completo el arma calibre 22 que soldaba, y con el calor del soplete el arma se disparó y la bala se incrustó en el ojo derecho del septuagenario, cuyo estado de salud fue reportado como de gravedad.

Tito José ha dedicado gran parte de su vida a trabajar como armero y nunca había tenido accidentes graves, hasta la tarde de ayer cuando limpiaba el arma que lo mantiene al filo de la muerte.

Resulta que Miranda Argüelles se encontraba en su casa marcada con el número 592 de la calle 18 entre 25 y 25-B de la colonia Nueva Chichén Itzá, donde destinó y acondicionó un área para realizar su trabajo.

Estaba dándole mantenimiento al arma calibre 22 y luego de limpiarla decidió soldar una parte que ya se encontraba en muy mal estado, pero no se fijó que quedaba un proyectil en el interior.

El calor del soplete hizo que la recámara del arma se calentara y expulsara la bala, que impactó directo en el ojo derecho del armero. El ruido de la detonación hizo que dos albañiles que se encontraban trabajando al fondo de su vivienda corrieran a auxiliarlo, y al darse cuenta de lo ocurrido llamaron a la Secretaría de Seguridad Pública.

En cuestión de minutos, policías y paramédicos llegaron al lugar, y el septuagenario fue trasladado urgentemente a la clínica del Issste ubicada en el fraccionamiento Pensiones.