Se extiende la 'generación de los políglotas' en Yucatán

Además de español, en algunos hogares yucatecos se habla inglés, francés, alemán, coreano o mandarín; tres de cada 10 niños practican la maya.

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Los papás piensan que no basta con dominar el inglés; ahora se requiere que los niños aprendan un tercer idioma. (SIPSE)
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Alicia Carrasco/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Yucatán se globaliza. Cada vez es más común que en hogares yucatecos se hable, además de español, un idioma extranjero, sobre todo inglés, francés, alemán, y hasta coreano y mandarín.

Y es que el número de extranjeros que escoge vivir en Yucatán va en aumento, lo que conlleva a que en sus casas los hijos se comuniquen en su lengua nativa y en español.

Por si fuera poco, hay casos de menores que acuden a escuelas especializadas para aprender, incluso, hasta cinco idiomas.

De acuerdo con el censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Yucatán 163 mil 161 personas hablaban ese año al menos un idioma extranjero, además del inglés.

Mientras que tres de cada 10 niños dominaban el español y la maya.

Aprendizaje en casa

Sobre el tema, Claudia Álvarez Álvarez, directora del Loyola Comunidad Educativa, señaló que “hay casos de niños cuyos padres son de nacionalidades diferentes; en la escuela aprenden inglés y español, y por las tardes aprenden otro idioma”, indicó.

“Para el año que viene tenemos un grupo de niños que ya dominan el inglés, porque es la lengua materna de alguno de sus padres o porque sus habilidades de lenguaje les han permitido aprenderla, por lo que queremos ofrecer una tercera opción, podría ser francés o alemán”, señaló.

Actualmente, es más común que los niños, desde nivel primaria, hablen dos o más lenguas, ya que los papás lo consideran una necesidad, lo anterior ha obligado a algunas instituciones educativas a impartir cursos de idiomas.

Los papás, dijo, piensan que no sólo se debe dominar el inglés, sino un tercer idioma, debido a que mediante el internet te puedes acercar a otras culturas, y se puede aprovechar la accesibilidad que existe para intercambios culturales y educativos.

Destacó que si bien por la influencia de los padres en la casa los niños pueden desarrollar más de un idioma, hay habilidades innatas para aprender un segundo o tercer lenguaje, aunque no se da en todos los niños.

“Con la facilidad que hay para acceder por medio de internet a diferentes partes del mundo o inclusive juegos, los niños aprenden vocabulario de diferentes idiomas”, apuntó Claudia Álvarez.

“A veces hago trampa"

De madre alemana y padre italiano, Fabio es un niño de siete años que habla alemán, italiano y español con fluidez, comprende el inglés y toma clases de francés por las tardes.

-¿Cómo aprendiste esos idiomas?, pregunté incrédula

-Mi mamá es alemana y mi papá italiano, y todo el tiempo hablamos en esos idiomas, casi desde que nací -explicó.

-¿No te confundes?

-No me confundo con los idiomas porque los entiendo, en casa mis papás hablan español entre ellos, pero yo le hablo a mi mamá en alemán y a mi papá en italiano…  

De pronto hizo silencio y me miró con complicidad

-¿Qué pasa? –pregunté con curiosidad, ya que el niño intentaba disimular una risa

–Es que a veces hago trampa. A veces mis papás se confunden con tantos idiomas y les hablo en español y no se dan cuenta –dijo sonriendo, evidentemente se trata de sus travesuras favoritas.

Y revela que le encanta aprender idiomas, el próximo será chino, pues nunca lo ha escuchado y tiene curiosidad.

Aprenden chino... para negocios

En la última década, padres con visión empresarial han inscrito a sus hijos en clases de chino, volviéndolo uno de los idiomas con mayor demanda.

Pamela Cristales Ancona, directora Técnica del Instituto Confucio de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), comentó que desde hace 10 años la demanda por ese idioma ha tomado fuerza, luego de que las relaciones comerciales con China se volvieron más estrechas. Recordó que en 2010 iniciaron con un curso de verano para niños que constó de cuatro horas diarias durante tres semanas.

“Después del curso los papás tuvieron el deseo de que sus hijos continuaran, porque los veían muy motivados, ya que dentro de las clases también damos cultura”, señaló.  

Agregó que en el primer semestre que se impartió en 2010 participaron 12 niños, y ante el interés que se generó las clases se integraron a los semestres del Instituto Confucio, por lo que actualmente son 50 niños de entre nueve y 13 años, y en total unos 300 alumnos los que toman clases.

La mayoría de los menores que llegan a aprender mandarín son hijos de padres con visión empresarial, que pretenden prepararlos para los negocios. 

Cabe señalar que las clases de este idioma oriental se dividen en tres categorías, para niños de 8 a 11 años, para adolescentes de 12 a 15, y para adultos, de 16 años en adelante; cada categoría cuenta con sus respectivos niveles. 

“Lo básico para aprender chino es iniciar con mucho vocabulario y practicar el sonido de las palabras para armar oraciones”, indicó.

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