La Seido: omisiones y delirios

Le requisición de 1,500 cajas de seguridad en Cancún es muestra de un estado de derecho fallido.

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ARTÍCULO 16 de la Constitución mexicana: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”.

El artículo sigue, pero las únicas maneras de que la autoridad tiene el derecho de requisar una propiedad es mediante autorización judicial o en flagrancia que significa aquellos bienes que la autoridad se encuentra cuando se está cometiendo un delito.

Es obvio que este atropello tipo purga o redada característicos de regímenes de Castro o Maduro es a todas luces fuera de ley y es sancionado en el mismo título IV de la Constitución “Responsabilidad de los funcionarios públicos”, que dice claramente que son objeto de pena los funcionarios públicos que incumplan o no respeten a la Constitución.

Pero este no es el punto, resulta que, según redes sociales, había una orden de cateo de cajas de seguridad para 4 personas dictada en Puebla y relacionada a la narcotraficante detenida conocida como Doña Lety; en el proceso de incautación la Seido encontró listas de posesionarios y beneficiarios de muchos ex políticos del régimen anterior que si bien están siendo investigados no tenían las órdenes de cateo de las cajas; mi personal teoría es que la tardanza de entrega de cajas obedece a que la Seido está esperando nuevas órdenes de cateo de quienes tienen abiertos expedientes y eso no está del todo mal.

Lo que sí es reprochable y me recuerda el discurso de Colosio que le valió la muerte es la poca sensibilidad social y prepotencia de las autoridades con los terceros afectados: amas de casa con valores personales y alhajas, personas físicas que ahorran en efectivo porque desconfían de los bancos y no es delito, agentes inmobiliarios que compran y venden propiedades y no han podido sacar escrituras y que acuden a una caja de seguridad por el aumento de la criminalidad en Cancún.

Si es verdad que fueron por Alibabá y se encontraron a 40 ladrones de quienes no tienen una orden de cateo, enhorabuena; reténganlas conforme a derecho, pero existen 1,460 personas que tienen en la zozobra y que piensan que se van a robar sus pertenencias, de quienes al final sabrán que los funcionarios son soldados de sus jefes y que la Constitución no tiene soldados que la protejan.

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