Sin pena ni gloria, regalo inesperado en Progreso

Genera pocos dividendos en el puerto la llegada extraordinaria del crucero Voyager, que trajo 450 pasajeros.

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Los restaurantes del malecón estuvieron prácticamente vacíos, como si no hubiera llegado crucero. (Manuel Pool/SIPSE)
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Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- Sin pena ni gloria pasó la llegada extraordinaria del crucero Voyager, que arribó a Progreso a las 7 de la mañana con 16 minutos, con 450 pasajeros a bordo, de los cuales la mayoría (380) se trasladaron a zonas arqueológicas y a Mérida por medio de tours previamente contratados, de tal modo  que los prestadores de servicios prácticamente se quedaron con un palmo de narices.

Aunque no se dio a conocer el lugar de procedencia de la embarcación, que ni siquiera se apreciaba desde el malecón, trascendió que trajo a Progreso turismo europeo. 

De hecho, antes del mediodía la actividad en el local de artesanías era nula y tanto locatarios como artesanos ya habían empacado sus pertenencias para mejor descansar durante el resto de la jornada y esperar en mejores condiciones anímicas  la llegada del Carnival Elation, que traerá un mínimo de 2 mil 200 turistas procedentes de Nueva Orleans.

En los restaurantes de la calle 80 era mínima la ocupación que presentaban las mesas de los locales y similar panorama se observó en el malecón, donde los establecimientos del ramo vieron transcurrir el día con poca afluencia.

Las masajistas que se instalaron vieron recompensada su perseverancia con varios servicios prestados a turistas nacionales, que se relajaron a gusto disfrutando la brisa marina, mientras que en las playas, que presentaron cantidades mínimas de sargazo, varios niños disfrutaban del mar ante la mirada atenta de sus padres.

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