Gerardo Keb/Milenio Novedades
MÉRIDA.- La recaudación del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Progreso (Smapap) disminuyó un 50 por ciento en el cierre de la actual administración, por lo que las autoridades prevén que la paramunicipal deje una deuda de hasta un millón de pesos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Luego de tres años con constantes cortes en el suministro de agua potable ante atrasos en los pagos de consumo de energía, el Smapap cerrará la administración con el servicio “cortado” en las comisarías de San Ignacio y Flamboyanes, las cuales operan desde hace varias semanas con bombas impulsadas por plantas propias de la institución, al ser restringidas del uso de energía de la CFE.

Ante esto, el director del Smapap, Freddy Pech Martínez, recordó que desafortunadamente en el cierre de la administración se hizo el compromiso de pago de parte del consumo de agosto.

La cifra alcanzó los 1.6 millones de pesos por consumo de julio y agosto, y no podrá ser recaudada, debido a que el índice de pago de los usuarios cayó en un 50 por ciento desde el anuncio del presidente electo Julián Zacarías de su programa “Borrón y cuenta nueva”, el cual eliminará la deuda de morosos.

Pech Martínez indicó, que de forma normal el SMAPAP conseguía una recaudación diaria de entre 30 mil y 40 mil pesos, pero en este último mes, la cifra ha descendido drásticamente a 15 mil o 20 mil por día, situación que no permite consolidar la cifra para el pago de mantenimiento del sistema entre sueldos y gastos, así como mucho menos reunir la cantidad de 1.6 millones de pesos que se le adeudan a la CFE.