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MÉRIDA, Yuc.- El gobierno usa los programas de la política social de forma asistencialista, clientelar y electorera, y su esencia está más en la retórica que en las acciones reales de superación de la pobreza, señaló la senadora panista Rosa Adriana Díaz Lizama.

Durante la comparecencia de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga, ante el Pleno del Senado, la legisladora por Yucatán expuso que las acciones y programas de desarrollo social deben estar encaminados a ampliar las capacidades humanas, no como meramente asistenciales ni para regatearse apoyo político o para utilizarse con fines electorales.

De acuerdo con un comunicado de prensa, Rosa Adriana Díaz Lizama recordó que en la campaña del actual presidente, Enrique Peña nieto se prometió a los mexicanos “ganar más por tu trabajo, ya sea en tu negocio o en tu empleo”, pero “lo cierto es que han caído los niveles de bienestar de las familias mexicanas, producto de una pésima conducción de la economía y de una reforma fiscal que ha encarecido el precio de los productos básicos, ha inhibido el consumo privado, la inversión y el empleo y mantenido la economía en un raquítico crecimiento”.

La creación de empleos y la disminución del desempleo no han mostrado un gran avance, toda vez que para el primer semestre de 2014 hubo una disminución de 20 por ciento en la generación de nuevos trabajadores asegurados en el IMSS, indicó.

Asimismo, agregó, en el primer semestre del presente año la población ocupada con un ingreso mayor a tres salarios mínimos registró una disminución de siete por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que la población ocupada con un ingreso mayor de hasta tres salarios mínimos se incrementó 10 por ciento, es decir, los pocos empleos que se están generando son con salarios menores.

De Oportunidades a Prospera

Por otra parte, Díaz Lizama dijo que el actual gobierno ha anunciado el cambio de nombre del programa Oportunidades, reconocido internacionalmente por la ONU y otros organismos, y arraigado en la mente de los mexicanos, por el programa Prospera, cuyo propósito es articular y coordinar la oferta institucional de programas y acciones de política social, según la Sedesol.

Sin embargo, para Acción Nacional no pasa de ser una medida publicitaria que carece de innovación en sus contenidos, las becas para estudios universitarios ya están contempladas en el Programa Nacional de Becas y Financiamiento (Pronabes), la priorización en los programas de capacitación y vinculación laboral será de difícil implementación, debido a que son muchos los buscadores de empleo que por su condición enfrentan diversas carencias, y la canalización a proyectos productivos será a aquellos que ya existen, tal como el mismo anuncio lo refiere, señaló la senadora.

“Los mexicanos nos preguntamos ¿cuál es la verdadera innovación o mejora que se anunció con bombo y platillo?, para nosotros es más retórica que verdaderos beneficios; aun así, nos preocupa que este cambio de nombre también puede ser utilizado para abandonar el apoyo a las áreas rurales, donde tradicionalmente se han concentrado los mayores niveles de pobreza, y privilegiar su operación en las áreas urbanas con un propósito de mayor rentabilidad política.

Estaremos pendientes de la actualización de las reglas de operación de Prospera para evitar que se dupliquen los beneficios y se contabilice, para evitar efectos de crecimiento artificial, el padrón de beneficiarios; asimismo, para que las reglas de operación permitan certeza y plena identificación de los beneficiarios, sus objetivos y metas, así como la correlación entre su cumplimiento y sus acciones”, adelantó la legisladora yucateca.

Díaz Lizama dijo que los legisladores de Acción Nacional estarán pendientes de “que no se sigan incorporando beneficiarios con base en simpatías o filiación política, como se ha manifestado en algunos estados como Querétaro, en donde el delegado de Sedesol actúa más como delegado del PRI que como funcionario del gobierno federal”.

"Cruzada por la perversión"

Tenemos el antecedente de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, que “es sólo la suma de los programas ya existentes, pero con la perversión de haberse diseñado e implementado no en los lugares con mayor atraso, sino donde se concentra el grueso del padrón electoral”.

Igualmente, dijo, estaremos pendientes de que se haga efectivo el derecho de audiencia para garantizar que sean notificados y escuchados los beneficiarios cuando causen baja de los programas sociales.

Tampoco vemos que el gobierno se preocupe por las necesidades de los grupos más vulnerables de la población, apuntó.

Nos preocupa, concluyó, que no se estén ejerciendo a tiempo los recursos para los indígenas y que los recursos destinados a los programas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos indígenas presenten un subejercicio de más de 306 millones de pesos al primer semestre de 2014.