Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.-  El virus de la hepatitis A se mantiene activo en Umán, pese a los esfuerzos que emprenden las autoridades sanitarias del Ayuntamiento de esa localidad y del Estado para controlar el brote, que se presentó desde inicios de año.

Ayer, la escuela primaria Candelaria Ruz Patrón, en la comisaría Dzibikak, de este municipio conurbado con Mérida, suspendió clases debido a que ya suman 37 menores afectados por esta enfermedad en estos meses.

En redes sociales, una de las maestras de este plantel educativo mencionó que llegó a dar clases y se le informó que se suspendían hasta nuevo aviso, ya que se tomarán las medidas pertinentes para evitar que más pequeños contraigan el virus de la hepatitis A.

En la escuela “Candelaria Ruz” de Dzibikak ya hay 37 niños con hepatitis.

Explicó que incluso el festival escolar de fin de curso no se realizará, ya que algunos de los niños que participarían están enfermos.

De acuerdo con la profesora, hasta hace cinco días, además de los niños de la escuela, ocho tenían también a sus hermanitos enfermos por lo que se calcula  que ya son 40 familias afectadas en este año por este padecimiento en esta comunidad de mil 240 habitantes.

Esta semana el secretario de Salud Estatal, Jorge Mendoza Mézquita, indicó que mantienen una vigilancia epidemiológica ante el brote de hepatitis A en todo el Estado, especialmente en el municipio de Umán.

Cabe señalar que el número total de casos registrados en Umán es de 200 de los 477 que se han registrado en el Estado, desde que 1 de enero hasta el primero de junio de este año.

La hepatitis A tiene un periodo de incubación de 45 días, por lo que se tienen que esperar dos meses desde el último caso para estar seguros que la situación está bajo control.

Incremento

• El registro del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades reportó en la entidad 477 casos de hepatitis de enero a junio.
• En el mismo periodo del año pasado se registraron 147 casos de esta enfermedad, por lo que son 330 casos más que el 2012, un 224 por ciento más.