Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El Ayuntamiento de Mérida reportó la muerte por causas no naturales de diversos árboles en torno de la Glorieta de la Paz, por lo que procedió a su levantamiento y reposición o reforestación con once nuevos árboles y plantas.

La Subdirección de Ecología y Residuos Sólidos y del Departamento de Parques  y Jardines de Servicios Públicos Municipales precisó que biólogos de la dependencia detectaron que diversos árboles se secaron debido a que fueron rociados con algún tipo de substancia tóxica.

“No podemos decir con exactitud qué químico les fue rociado, pero lo que es seguro es que no murieron de manera natural”, recalcó el subdirector de Ecología de la Comuna meridana, Elgar Pech y Canul, quien dispuso la sustitución de dichos árboles 

“Los árboles tienen riego, poda y mantenimiento por lo que no hay motivo para que mueran. Además resulta extraño que los demás que plantamos al mismo tiempo en las esquinas cercanas a la glorieta no se hayan secado y que sólo los que se plantan en ese lado de Prolongación Montejo mueran”, indicó.

El servidor público mencionó que por tercera o cuarta ocasión el departamento de Parques y Jardines está reponiendo, en el lado donde se ubica Plaza Montejo, los árboles que mueren por causas no naturales.

Por lo anterior, exhortó a los directivos y propietarios de los locales comerciales cercanos a que reporten al Ayuntamiento de Mérida cualquier situación que les parezca extraña respecto a los árboles.

En cuanto a las especies plantadas, Pech y Canul comentó que se trata de cuatro  “Patas de Vaca” y siete palmas “Chit”, todas de tamaño mediano. “Son árboles amigables con el medio ambiente y con el entorno urbano. Además aportarán una mejor calidad de oxígeno”, aseguró.

El tema de los árboles en la Glorieta de la Paz ha suscitado controversia, ya que antes de la construcción del paso deprimido en julio de 2011, diversos opositores al proyecto adelantaron los ejemplares arbóreos del sitio iban a ser retirados definitivamente.

La Comuna anterior retiró los árboles del sitio, los plantó en el Parque Animaya y una vez terminada la edificación del puente, devolvió el entorno  natural a la glorieta.