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MÉRIDA, Yuc.- Los casos de Bill Gates y Steve Jobs son de los más conocidos internacionalmente de lo que un niño Asperger catalogado como de “alto funcionamiento” puede aportar al mundo con sus conocimientos.

El instituto particular IngeniHum busca “sacar” de la etiqueta como discapacitados a decenas de pequeños con estas características que podrían radicar en esta entidad; es decir, que tanto sociedad, padres de familia y maestros descubran el potencial de “diamante en bruto” que tienen en sus manos.

Gerardo Becerra Villegas, director del instituto catalogado único en su tipo en el país, indicó que son seis estudiantes de estas condiciones a los que se les ha dado atención; cuatro alumnos de bachillerato y dos de nivel universidad.

“La realidad es que no existe aún una forma de detectar con claridad a un niño Asperger, que procede de una ramificación del autismo. No obstante, pueden tener características que pudieran conducir a su identificación como la falta de sociabilización, suelen ser niños problema, rebaten al profesor, se hacen especialistas en algún tema producto del gusto en él, como puede ser por los aviones o por las matemáticas”, dijo.

Incluso Becerra Villegas trabaja ya en un doctorado en el cual la hipótesis que pretende comprobar es que los jóvenes de este diagnóstico son en realidad altamente efectivos y sobresalientes en el desarrollo de software.

En este sentido, la institución ofrece la alternativa de que los menores detectados en esta condición puedan cursar sus estudios de preparatoria, ya que en el instituto son asesorados de manera profesional para que presenten sus exámenes ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) mediante el acuerdo 286.

De niños problema a licenciados

El servicio es completo en el caso de los dos jóvenes que cursan el nivel licenciatura, a quienes se les enseña a destacar en el desarrollo de software, adquiriendo el título del nivel directamente de la institución.

“Esto simplemente era impensable para los menores con esta condición, pues eran identificados la mayoría de las veces como niños problema, y los papás, luego de que el joven ha sido expulsado o cambiado en varias ocasiones de escuelas, acaban por desistir de la idea de que sus hijos salgan adelante”, señaló el director.

Agregó que se busca romper el paradigma de que llevar a los hijos con este síndrome para ser tratados en instituciones especializadas estigmatice a los menores, por el contrario, se intenta demostrar que pueden potencializar sus conocimientos e inteligencia, que suelen ser superior al del promedio de la población.