MÉRIDA, Yuc.- En menos de 90 segundos, operadores de la Unidad de Monitoreo e Inteligencia Policías (Umipol) determinan la magnitud y qué servicios se necesitan para atender la solicitud de emergencia de los ciudadanos, y en un máximo de seis minutos llegan las unidades al lugar de los hechos.

Esto, aunado a las cámaras especializadas de videovigilancia con las que cuenta la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), permite a los operadores monitoristas crear cercos e incluso persecuciones de vehículos sospechosos y guiar a las patrullas a la intercepción y detención de los delincuentes.

Actualmente, la Umipol cuenta con 613 cámaras de videovigilancia en Mérida, Periférico y las fronteras con Campeche y Quintana Roo, pero se pretende que en esta administración, y con base en los recursos del programa Escudo, se instalen mil 200 más en puntos estratégicos para fortalecer la seguridad.

Los agentes de la Umipol pueden detectar y reportar a patrullas situaciones anómalas. 

Frustran secuestros

Las acciones coordinadas entre los operadores del 911, los despachadores y los monitoristas de las cámaras de videovigilancia han permitido a la Policía Estatal dar duros golpes a la delincuencia de alto impacto, como en dos secuestros ocurridos en la capital yucateca, en el que las víctimas fueron rescatadas por los agentes de la SSP tras una persecución en el Periférico hasta que el vehículo fue interceptado en el cruce a Caucel, en el que fue rescatada la víctima –se trató de una mujer- y el arresto de los tres implicados.

En el otro caso, la revisión de las cámaras permitió realizar un cerco que dio como resultado un operativo en un motel en el Periférico para detener a los responsables del secuestro de una persona y el rescate de la víctima.

Diversas formas de reaccionar

El oficial de la Umipol e instructor nacional del número de emergencias 911, Raúl Medina Quintal, indicó que cuentan con dos protocolos para las emergencias, uno para las de bajo y mediano impacto, como podrían ser robos sin violencia o accidentes de tránsito sin lesionados; y otro para los de alto impacto, como asaltos, disparos de arma de fuego y homicidios.

Los protocolos de emergencia se pueden iniciar por tres vertientes: la primera, por medio de la llamada al número 911; la segunda, por medio del operador monitorista que mediante las cámaras de vigilancia detecta la comisión de un hecho delictivo, y la tercera, que los oficiales de campo –patrullas- soliciten apoyo porque en su recorrido de vigilancia se encontraron con un incidente.

El oficial Medina Quintal señaló que los operadores monitoristas realizan la vigilancia por medio de paneos (movimiento panorámico), acercamientos y de tomas generales en el radio de acción de las cámaras, ya que es en tiempo real.

Por ejemplo, continuó, si se detecta una conducta anómala de una persona que esté recorriendo y observando vehículos aparcados en estacionamientos de plazas comerciales y avenidas, entonces se envía a una patrulla para verificar qué sucede, ya que se podría tratar de un ladrón.

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Cuando se trata de un delito de alto impacto, se activan los protocolos de seguridad para cada caso; por ejemplo, si hay disparos de arma de fuego, se envían a los grupos especiales, como son Goera, Etri y Roca, así como ambulancias, y si es necesario, hasta bomberos.

Por todo ello, el instructor del número de emergencias 911 señaló que hay una alta eficiencia para la localización y detención de los autores de un hecho delictivo de alto impacto en Yucatán.