Una mezcolanza, el habla actual de los yucatecos

Contrario a lo que pudiera pensarse, los regionalismos recibieron la influencia de diversos idiomas y formas de expresarse en otros países; el 35% proviene de la maya

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El habla del yucateco refleja en cierta forma los momentos que a través de la historia se han vivido en esta parte del país. (Milenio Novedades)
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Iván Duarte/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El español hablado en la península yucateca está conformado por la lengua traída por los conquistadores (castellanos, andaluces, vascos, catalanes), con quienes también nos llegaron voces de origen árabe (albarrada, alfarda, postigo, kibi, etc.), que se agregaron al habla regional, además se asimilaron elementos del Caribe, a través del intercambio comercial con Cuba a partir del siglo XIX (chévere, guagua, champola, nené, bejuco, bajareque, chapear, cayuco, etc.).

Guayabera, por ejemplo, es un vocablo que entró a Yucatán en el siglo XIX y que originalmente procede de Cuba para denotar una camisa especial para cosechar guayabas, pero con el paso del tiempo se convirtió en una prenda de vestir para caballero y actualmente se hace de algodón o de lino. Hamaca también es una palabra de origen caribeño, pero quizá entró hace mucho más tiempo y se adaptó bien a nuestro español.

En menor medida el español yucateco está conformado por vocablos del náhuatl (masewal, hipil, achiote, ahulado, tequioso, etc.) y de otras lenguas extranjeras como el inglés (flash, cloch, fax, etc.), pero sin duda ha sido la lengua maya la que más ha influido y dejado honda huella con palabras para casi todas las actividades de la vida cotidiana: lugares, cosas y costumbres de carácter local así como objetos, calificativos y acciones.

De acuerdo con Miguel Güémez Pineda, coordinador de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales (CIR) “Dr. Hideyo Noguchi”, de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) muchas voces de origen maya (pib, salbut, soskil, chechón) o mayismos (cenote, derivado de ts’ono’ot o anolar que deriva de nóol) se confunden, pensando que son español, pero no lo son o viceversa, expresiones como way, xo y fo, por mencionar algunas, no se derivan de la maya, sino del español antiguo, proveniente de algunas regiones de España.

“Como ejemplo, explicó que la interjección ¡way!, se deriva del español antiguo “guay” para expresar dolor, aflicción o queja en general; xo, para callar a quien habla o para detener a las bestias; y ¡fo! para expresar asco o desagrado. Las tres de empleo muy frecuente, explicó.

“Podemos decir que alrededor del 35 por ciento de las palabras y expresiones (mayismos e hibridismos) que integran el vocabulario del español yucateco son de origen maya”, explicó el académico.

De estas voces existe ya un diccionario denominado “Diccionario del español yucateco”, el cual engloba las variantes dialectales del español hablado en los tres estados de la Península de Yucatán. El compendio cuenta con poco más de cuatro mil entradas y es una recopilación dirigida por Güémez Pineda con colaboración de diferentes literatos e historiadores de la entidad.

La obra fue presentada el 30 de noviembre en la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara. Es una coedición de la Universidad Autónoma de Yucatán y Plaza y Valdés Editores. El tiraje constó de mil ejemplares, y ha cobrado gran interés en diferentes sectores.

“No hay malas palabras, sino malas intenciones”

No hay malas palabras, sino malas intenciones, afirmó Martiniano Alcocer Álvarez, durante la ponencia denominada “El español impronunciable, insultos y leperadas”, en el marco del programa “Charlas con los Maestros”, de la Secretaría de Educación estatal (SEE).

De acuerdo con el ponente, colaborador de MILENIO NOVEDADES, el lenguaje empleado en Yucatán está lleno de palabras que pueden parecer groseras, en español, maya y otros idiomas, como el inglés, cuyos significados varían según la intención de quien las emplea.

“No hay  que preocuparnos por las malas palabras, sino por la intención que hay detrás”, expuso.

De igual forma, indicó que hay vocablos de origen maya que se han vuelto de uso común y por los cuales se nos identifica en otras partes del país.

Entre las aportaciones yucatecas al idioma mencionó anolar, que está en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) desde 1950 y fue propuesta de Antonio Médiz Bolio.

Hay otras palabras como “mare”, “pasumecha” y “samare”, que figuran en el léxico no sólo en Yucatán y la Península, sino también en otras regiones del país.

“Es así como podemos incluir o usar regularmente frases acompañadas de palabras  gruesas, las cuales no necesariamente conllevan la intención de ofender. Por ejemplo, en un estadio una persona puede expresar: Aquí caben fácilmente 5 mil hij…, pero en ningún momento habrá pensado en ofender a las personas”, indicó.

El periodista y escritor expresó que hay un sinfín de palabras yucatecas que figuran en diferentes de diccionarios de mexicanismos, y que se han vuelto de uso común.

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