Sembró su carrera en tierra fértil

El Ingeniero agrónomo Abdo Magdub Méndez con una trayectoria productiva e impulsor de la actividad citrícola yucateca.

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"La investigación, si se toma en serio, debe responder a una necesidad, planteadas con quienes participan en ella, como los campesinos. Lo que se estudia hay que divulgarlo”, afirmó Magdub Méndez. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Abdo Magdub Méndez decidió sembrar su carrera en tierra fértil, desde la infancia se relacionó con el cultivo del henequén, un tema que considera su obsesión  y que llevó a niveles trascendentales; actualmente es considerado uno de los ingenieros agrónomos más respetados y  goza de más 50 años de ejercicio profesional.

Miembro del Sistema Producto Henequén del Estado de Yucatán y Asesor de la Empresa Henequenera Lara Xuffi, recibió en días pasados  de la Academia Mexicana de Ciencias, sección regional sureste sección nacional de agrociencias y el Sistema de Investigación, Innovación y Desarrolla Tecnológico del Estado de Yucatán, el galardón de “Yucateco distinguido”.

Con una extensa carrera en el servicio público y la investigación científica, es mejor conocido entre quienes lo conocen por  su sencillez, trato educado y generosidad para difundir el conocimiento. 

Decisiones y oportunidades

Hijo privilegiado de Conkal, se interesó en el tema del suelo y el henequén desde las primeras etapas de vida,  su formación académica se sembró en su tierra, creció en Mérida y se desarrolló en Texcoco, Estado de México, cuando durante su juventud decidió estudiar en la Escuela Nacional de Agricultura ahora la Universidad Autónoma Chapingo, ganando su lugar para ser becado y fincar las bases de su prolífica carrera.

En 1959 obtuvo el título de Ingeniero Agrónomo Especialista en Fitotecnia y en 1965 alcanzó el grado de Maestro en Ciencias en la Universidad de Wisconsin, también becado. Los grados de especialización y los puestos en los que se desempeñó fueron una sucesión de hechos afortunados pero que afianzaron con su talento para la ciencia y la divulgación.

“La investigación, si se toma en serio, debe responder a una necesidad, planteadas con quienes participan en ella, como los campesinos.  Lo que se estudia hay que divulgarlo. Siempre he estado en el sistema de investigación, con la convicción de que debe ser útil, para saber en qué medio se está moviendo, se difunda y se aproveche”, apuntó.

La investigación debe ser útil

“El tema del campo está sonando de nuevo, pero no hay una política bien definida, tenemos un campo muy pobre, lo que tuvimos en la época del henequén no lo pudimos consolidar y no se dará si no se plantea un gran proyecto, porque estamos estancados con los mismos niveles de producción de hace 100 años. El esfuerzo está focalizado en el turismo, y está bien, pero es cierto también que hay que volver la atención al campo. No es algo dramático, pero es la realidad”, comentó mientras hojeaba sus estadísticas.

En su año 80, su amor por la ciencia se encuentra intacto, así como su capacidad para vislumbrar asertivamente las complejidades que vive el campo yucateco-

“Como investigador emérito del CICY, y cuando necesitan alguna asesoría, estoy para servirles. Si somos estrictos en el análisis de Yucatán, cuando menos en agricultura se refiere vemos muy poca posibilidad de la aplicación de la tecnología, y hay que buscar alternativas, no podemos quedarnos así. Hay que avanzar, hay mucha información pero hay que ser precisos para su utilización”, concluyó.

Esbozo de los frutos de su proyecto de vida 

Flanqueado por un lado por fotografías familiares de sus adorables nietas y por el otro por los numerosos diplomas y distinciones, el ingeniero, modesto en su trato, durante la charla compartió a detalle cómo fue su camino académico y participación en diferentes proyectos, sin detenerse en los reconocimientos porque son un producto natural de la cosecha de una vida trabajando por la tierra, pero no el fin último de sus acciones.

En su amplio historia destaca su colaboración en el establecimiento de la juguera de Akil, que ha dado gran impulso a la actividad citrícola yucateca. 

Figuran en sus logros la participación de dos desarrollos tecnológicos ya transferidos: el Sistema de Producción Continua de Maíz para zonas tropicales y la obtención del licor de Henequén para dar valor agregado al cultivo, así como el reconocimiento por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura(FAO) por la organización de la Reunión Técnica Regional sobre Política y Programas de Semillas para América Latina celebrada en el CICY en el CICY en marzo del 2000.

Durante siete años fue parte  de la Oficina de Estudios Especiales (SAG), Miembro fundador del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, Jefe del Departamento de Divulgación y Extensión Agrícola y Catedrático de a ENA, jefe del Programa Campesino de Productividad (CENAPRO), Director de Información y Relaciones Públicas de la SAG, representante de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos en Yucatán, Director de la Empresa Promotora Agropecuaria (PASA), gerente del ingenio La joya y de las desfibriladoras de tejidos de henequén.

De 1998 hasta e 2008 fue investigador del Centro Investigación Científica de Yucatán. 

Perfil
  • Abdo Magdub Méndez nació el 6 de marzo de 1935, en Conkal.
Trayectoria
  • En mayo de 1991 fue nombrado Ciudadano Distinguido por el H. Ayuntamiento de Conkal.
  • Ha sido reconocido por la Confederación Nacional Agronómica y Federación Agronómica del Estado de Yucatán, por su destacada trayectoria académica profesional y gremial a favor del desarrollo rural del Estado.
  • Ha ganado el Mérito Agronómico “Por su sobresaliente desempeño en la investigación, la docencia y el servicio público y su valiosa contribución al desarrollo agropecuario y forestal de México”, entregado por la Confederación Nacional Agronómica A. C. Metepec, Atlixco, Puebla, el 22 de febrero de 2003.
  • Ha sido reconocido por la Federación Agronómica y el Colegio de Ingerieros Agrónomos del Estado de Yucatán  como “Agrónomo distinguido”, por sus valiosas aportaciones para el Desarrollo Agropecuario y Forestal del Estado de Yucatán, a lo largo de su vida profesional, especialmente en el campo de la investigación y la transferencia de tecnología.
  • Distinguido por la Fundación Yucatán Produce por su aportación.
  • Reconocimiento por 50 años de ejercicio profesional otorgado por la Escuela Nacional de Agricultura actualmente la Universidad Autónoma Chapingo. 

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