Joel González/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Una de las tradiciones más arraigadas entre los yucatecos durante la temporada decembrina principalmente esperada por los niños es el momento de romper la piñata, lo cual tiende a desaparecer ya que cada año los comerciantes de los quioscos que expende el producto aseguran que las ventas han disminuído a razón de entre un 20 al 30% con relación al año anterior.

La actividad que es un rito muy arraigado en el pueblo mexicano ha logrado sobrevivir debido a su constante actualización en cuanto a formas, materiales y sobre todo la recreación de motivos que populares que aluden a figuras y personajes muy conocidos, sin embargo se encuentra en peligro de extinción.

El hecho de que la gente deje de comprar esto productos ha afectado los comercios, mismos que por ese motivo tienen actualmente menos empleados trabajando, comentó Natasha Polanco, encargada de uno de los quioscos.

Añadió que también la venta de dulces con los cuales son rellenados estos productos por consiguiente también ha disminuido su desplazamiento. “Estamos manejando los mismos precios del año pasado de 100 y 150 pesos”, señaló.

Sin embargo es optimista ya que basada en su experiencia en el ramo piensa que para la última semana del año es cuando aumenta la demanda de piñatas, con lo cual calcula que se reducirá el impacto económico negativo.

Por su parte Selmy Pool Criollo, otra de las vendedoras de estos locales comerciales mencionó que son alrededor de 40 piñatas diarias las que son adquiridas por los yucatecos, 20 piezas menos que las que se promediaron el año pasado que fue de 60 por día.

Coincidió con otras dependientes entrevistadas en que siguen siendo las Estrellas de Colores el diseño más solicitado por los clientes; aunque mencionó también que siempre están atentos a las modas por lo que cuentan con creaciones de personajes que los niños piden como son Dinosaurios, Transformers y Pepa; así como los clásicos de Walt Disney y los que en los últimos años han demandado las niñas que son: las princesas Ana, Elsa y los demás personajes de la cinta Frozen.

El cierre de fin de año será la fecha en la que los expendedores de estos productos artesanales emparejen sus ventas porque si no, a ese ritmo es muy probable que en los próximos 10 años los niños tangan fiestas navideñas sin piñatas, sin la oportunidad de romper una tal y como la han tenido varias generaciones de mexicanos.