Prácticamente todas las entidades federativas de México han tipificado ya el delito de feminicidio y está en el Código Penal Federal, con penas máximas altas, que pueden ser de 50, 60 y 70 años. Pero las sentencias son sólo la punta del iceberg de este fenómeno de violencia contra las mujeres que no para de crecer en todo el país.

El “Estudio nacional sobre fuentes, orígenes y factores que producen y reproducen la violencia contra las mujeres”, realizado en 2012 por la UNAM y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) y avalado por organismos de investigación nacionales e internacionales es un ejemplo del tipo de información y análisis que debería estar en el centro de la acción del Estado para llegar a la raíz del problema y realizar con precisión la tarea principal de prevenir.

Este documento genera un panorama nacional que podría ser replicado a nivel local y revela datos importantísimos, por ejemplo, que las muertes violentas de mujeres, que venían a la baja hasta 2007, tuvieron un repunte inusitado a partir de 2008 y los estados más afectados fueron Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango y Zacatecas, con un aumento de 400%, y Sonora, Baja California, Baja California Sur y Sinaloa, donde el alza supera el 200%.

La encuesta se basa en datos de homicidios de mujeres, dado que en el año de su realización no en todos los estados se encontraba tipificado el feminicidio; en Yucatán, por ejemplo, se incluyó en el Código Penal en 2012.

De acuerdo con los datos, mueren por homicidio más mujeres jóvenes y mayores (de 60 años y más) que hombres. Y aun puede ser peor en mujeres más jóvenes, entre 1980 y 2010 los homicidios en niñas menores de 5 años representaron 7.4% del total en todos los grupos de edad. “Se trata de un evidente sesgo de género: son las mujeres más vulnerables las que están expuestas a un patrón que no se da por los hombres en muertes por homicidios”, apunta.

En cuanto a la causa, han crecido en general el uso de armas de fuego; golpes y violación; ahorcamiento, estrangulamiento y ahogamiento, y armas cortantes o punzantes. Este tipo de muertes afecta a mujeres de entre 20 y 39 años y podría ser indicio de un aumento de causas más violentas.

Las 10 entidades que concentran la inmensa mayoría de municipios violentos contra la mujer son: México, Guerrero, Chihuahua, Michoacán, Ciudad de México, Oaxaca, Chiapas, Sinaloa, Durango y Sonora.