César González/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Abandonados, deteriorados y en el olvido se encuentran ocho aviones estacionados en el Aeropuerto Internacional de Mérida “Manuel Crescencio Rejón”; si alguna vez surcaron el cielo trazando líneas imaginarias a velocidades fugaces, hoy sus horas de vuelo terminaron, el tiempo les “cortó las alas”.

Algunos tienen más de 50 años arrinconados, atrapados por la exuberante vegetación que poco a poco devora el fuselaje, mientras que los más recientes fueron “olvidados” por sus propietarios luego del paso del huracán “Dean”, que en agosto de 2007 alcanzó la categoría cinco e ingresó por el Mar Caribe a la Península de Yucatán.

“Ya tienen mucho tiempo estacionados y para volar necesitan un mantenimiento mayor. Por lo general cuando hay un evento de este tipo los aviones se resguardan en un aeropuerto alterno fuera de la ruta del huracán”, explicó Marco Antonio Rodríguez, administrador de Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur).

Detalló que todos los aeropuertos pueden hacer un resguardo de aeronaves, por lo común las sacan de su base y las llevan para protegerlas.

“Cuando se forma un huracán se le da seguimiento, y si es inminente su llegada, con anticipación se avisa a las líneas aéreas o a los dueños y ellos deciden si retiran sus aviones o los ubican en otra terminal”.

De acuerdo con el administrador del aeropuerto, algunos aviones alcanzan a volar entre 30 y 40 años, “dependiendo del mantenimiento que se le dé”.

“La pieza principal a la que hay que darle mantenimiento es el motor, que normalmente tiene un tiempo de vida medido en horas de operación; los aviones tienen una bitácora, llevan un registro de las horas de vuelo y su duración está en función del manual que indica el fabricante. Si la empresa o el propietario le da mantenimiento de acuerdo con éste puede durar mucho tiempo”, comentó.

Durante un recorrido por el aeropuerto de Mérida, se observó a las ocho aeronaves en desuso, incapacitadas para volar.

A bordo de una camioneta se recorrió la pista de aterrizaje acompañados del gerente de operaciones y seguridad, Oscar Carrillo Maldonado, y el jefe de operaciones, Jorge Moreno Cabrera, quien nos guió hasta topar con la abundante vegetación; ahí se encontraban tres aeronaves inservibles.

Dos aviones modelo LET 40, de fabricación rusa, con capacidad para 20 pasajeros, pertenecen a la empresa mexicana Aeroferinco, con sede en la isla de Cozumel y ofrece servicios tipo chárter en Quintana Roo desde 2002.

La empresa decidió resguardar sus aeronaves ante el paso del huracán “Dean” en 2007; desde entonces no volvióa levantar el vuelo; mientras que la restante es un modelo Bonanza, de fabricación americana.

El recorrido continuó hasta cruzar la pista de aterrizaje y adentrarse en un sinuoso terreno resguardado por la exuberante vegetación.

En esa área se encuentran cinco aviones más abandonados, con el fuselaje carcomido por la intemperie y el paso del tiempo, invadido por batallones de arbustos espinosos, ramas secas, panales de avispas y con el tren de aterrizaje enraizado al suelo pedregoso; parecen una escultura involuntaria.

En ese lugar hay tres aviones modelo D 56 y dos D 53. “No se sabe cuál es el estatus técnico o legal ni qué se requiera para activarlos, pues es muy difícil porque son piezas que ya tienen muchos años; algunos son modelos de 1940 ó 1950, eran cargueros de aviación ejecutiva”, precisó el gerente de operaciones del aeropuerto.

Comentó que en los hangares del aeropuerto se albergan al menos 10 aviones particulares o privados; sin embargo, la terminal tiene capacidad para resguardar al  menos 56.

“El aeropuerto tiene capacidad para albergar aviones de gran tamaño, como el Falcón, Grumman o el ‘Cazahuracanes’, que aterrizó en Mérida hace tres años para ser exhibido, mientras que los modelos más pequeños son los aviones tipo Cessna, que son modelos de cuatro plazas”, indicó.

Carrillo Maldonado detalló que los propietarios o las empresas a las que pertenecen los aviones pagan un derecho de piso, dependiendo del peso de la aeronave. Por ejemplo, una con 20 toneladas paga 700 pesos al día, mientras que una de 10 ton, 200; uno de cinco ton, 150, y el de dos ton, 70 pesos al día.

“Hay una cuota de estacionamiento o derecho de piso, dependiendo del peso de la aeronave. Como ejemplo, una nave de cinco toneladas paga 150 pesos por día; mientras que una de 20 ton, 700 pesos”, comentó.

En Kaua hay dos aviones abandonados desde 2007 por las mismas causas del huracán “Dean”; éstos son modelos Boeing 727, tienen una capacidad para 150 pasajeros y fueron fabricados entre la década de 1970 y 1980; pertenecen a la empresa Allegro, que fue creada en 1992 y dejó de operar por un millonario adeudo en 2004.

El Dato

• Además del mantenimiento, otro de los problemas a los que se enfrenta la industria aeronáutica en México es que sólo opera un fabricante de aeronaves en Querétaro, y la mayoría de los modelos son manufacturados en el extranjero, principalmente en Estados Unidos y Rusia, a donde tienen que ser trasladados para mantenerlos en buenas condiciones, además las piezas únicamente se pueden conseguir con la empresa que los construye.

La compostura de algunas naves resulta costosa. (Milenio Novedades)

Para ver el cementerio de aviones hay que adentrarse en un sinuoso terreno resguardado por la exuberante vegetación. (Milenio Novedades)

La cabina de algunos aviones se encuentran en pésimas condiciones. (Milenio Novedades)

El interior de una de las naves se encuentra vacía y muy deteriorada. (Milenio Novedades)

El recorrido se realizó por terrenos del aeropuerto. (Milenio Novedades)