Emmanuel Palomo/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Graves daños y pérdidas cuantiosas fue el saldo del incendio de una bodega de alfombras e hilos de fibras de henequén, ubicada en la calle 35 con 60 de la colonia Chuburná. 

Los tragahumos batallaron más de cinco horas contra las llamas hasta controlarlas por completo, y mientras hacían su labor, las autoridades aconsejaron a los habitantes de rumbos cercanos no salir de sus hogares. No se revelaron las causas del siniestro.

Datos recabados en el lugar de los hechos indican que alrededor de las 10 de la mañana de ayer, vecinos de esa zona percibieron olor a quemado, y se dieron cuenta que salía una extensa y gruesa columna de humo negro de la bodega número 3, de al menos 20 por 50 metros, donde estaba almacenado un gran lote de alfombras y otros productos hechos con fibra de henequén.

Los colonos del rumbo llamaron a los servicios de emergencia, acudiendo elementos de la SSP, quienes corroboraron que efectivamente se estaba registrando un incendio en ese almacén, por lo que llamaron  la urgente intervención de los bomberos, pipas y camionetas.

Los uniformados procedieron para abrir de inmediato los candados de las cortinas metálicas y vieron que las voraces llamas estaban arrasando con todo lo que encontraban a su paso, y amenazando con extenderse a las bodegas aledañas y probablemente llegar hasta la zona habitacional, el fraccionamiento Málaga, pues hay casas muy cerca del área de bodegas.

Los bomberos activaron sus mangueras para apaciguar el infierno, mientras que elementos de Protección Civil se encargaron de informales a los ciudadanos que estaban cerca que tomaran precauciones y que no salieran de sus casas, ya que el incendio desatado estaba incontrolable.

Cierre de calles

Para ello tuvieron que cerrar varias cuadras a la redonda, a fin de facilitar las labores de rescate.

Como los bomberos no se daban abasto, tuvieron que llegar varias pipas con agua de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida, que apoyaron las labores.

Después de más de cinco horas, el humo aún se veía a kilómetros de distancia, pero finalmente fue controlado y, por lo grave del percance, se consideró que la bodega y su contenido fueron pérdida total, ya que de las alfombras y demás artículos de henequén sólo quedaron cenizas, además de los daños a la estructura del edificio, cuyo propietario es el señor Hidalgo Jiménez.