Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La población más vulnerable a los efectos del chikungunya son los menores de un año de edad, mayores a 65 y las personas con padecimientos crónicos como la diabetes mellitus.

En casos donde el paciente presente dos de las condiciones antes mencionadas, la situación de agrava, y de darse una atención médica tardía, podría provocar la muerte, señaló Marco de la Fuente, miembro de la Sociedad Mexicana de Diabetes. 

El especialista explicó que no significa que la fiebre sea mortal para estos pacientes, pero son más propensos a sufrir serias complicaciones porque su sistema inmunológico es más débil.

“Cuando hay algún tipo de enfermedad agregada se genera estrés en los pacientes diabéticos, y ante esta situación, tienen cambios, principalmente hormonales, lo que provoca modificaciones en los niveles de glucosa y hace que en general un paciente, aún con buen control, ante una enfermedad como dengue o chikungunya presente una descompensación general”, precisó.

Destacó que el peor escenario para una persona con diabetes es la deshidratación rápida, que por sí sola causa descompensación, pero al sumarse con los demás síntomas, y una previa alteración renal, puede agudizar el problema.

“El problema de los pacientes es que pueden tener neuropatías que causan dolores en diferentes partes del tiempo y el chikunguya provoca mialgias (dolores de músculos) y en dolencias en articulaciones, si esto se suma el malestar es más intenso, y si la persona no tiene un control adecuado, el riesgo es mayor”, apuntó.

Destacó que cerca del 80 por ciento de las personas con diabetes no cuenta con un tratamiento regulado; en este sentido, apuntó que si la enfermedad se aborda con la atención médica precisa, el impacto es menor. 

“El chikungunya afecta a niños, mayores de 65 y es en este rango donde hay muchos pacientes diabéticos, así que el factor edad y enfermedad los hace más vulnerables”, detalló. 

Por su parte, Simón Barquera Cervera, director del Centro de Investigación en Políticas de Nutrición e investigador del Instituto nacional de Salud Pública, agregó que la obesidad también es un elemento de riesgo ante este padecimiento.

“Las personas con enfermedades crónicas degenerativas tienden a tener altos niveles de moléculas nocivas como glucosa en la sangre, o polípidos de mala calidad, que afectan el sistema inmunológico y generan una reacción inflamatoria provocando un fenómeno de inmunodepresión, es decir, se defiende peor una persona con obesidad que una saludable con un peso normal. Si una persona pesa muchos kilos más, se esfuerza al doble el sistema inmunológico”, señaló.