De cada 10 niños 'rebeldes', 2 tienen problemas mentales

La adolescencia es una etapa de transición que si no se trata satisfactoriamente puede llevar a problemas de drogadicción y agresiones.

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La adolescencia es etapa riesgosa, en la que hay muchos cambios, que si no se solucionan a tiempo puede causar problemas de adaptación social. (Milenio Novedades)
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José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- La adolescencia es una etapa de transición entre la infancia y la edad adulta que, si no se trata satisfactoriamente, puede llevar a problemas afectivos.

Según la Organización Mundial de la Salud, siete de cada 10 niños y adolescentes con problemas permanecen sin atención, aún en naciones desarrolladas; y dos de cada 10 sufren problemas mentales.  

'Los trastornos de conducta son aquellos en los que el comportamiento del niño o el adolescente es asocial, es decir, no sigue las reglas sociales y puede existir la presencia de hostilidad o agresión a los derechos de las personas'.

Adrián Novelo, psiquiatra especialista en niños y adolescentes, de la Clínica Psiquiatría Integral, describe dos conductas riesgosas: 

Oposicionista desafiante:

No respeta las figuras de autoridad y cada que vez que se le da una indicación se rebela con ira; se vuelve vengativos y rencoroso.

Trastorno disocial:

Se rebela contra las reglas sociales con agresiones, sin respetar a los demás. Puede incurrir en robo, fraude, mentiras, manipulación e incluso puede llegar a agredir física o sexualmente a sus pares de manera intencional.

“En la consulta psiquiátrica al encontrar ciertas características de estos trastornos debemos intervenir oportunamente de manera multidisciplinaria a través de psicoterapia conductal e individual, intervenciones familiares y si es necesario, con tratamiento farmacológico”, detalló el paidopsiquiatra.

Adrián Novelo dijo que en el caso del trastorno oposicionista desafiante, este se da principalmente cuando el niño comienza la edad escolar ya que en esa etapa es cuando comienzan a tener un autocontrol de la conducta y tienen la capacidad de tomar decisiones, lo que los lleva a revelarse de una manera más marcada ante las figuras de autoridad.

En cuanto al trastorno disocial, indicó que este puede comenzar a los ocho años pero se hace más evidente en la adolescencia cuando puede comenzar a consumir sustancias tóxicas o unirse a pandillas.

“El adolescente de por sí va a revelarse a las figuras de autoridad pero con la finalidad de poder terminar de formar su individualidad, sin embargo no debe generar problemas importantes para la adaptación social. En cambio las características que presentan quienes padecen los trastornos de conducta mencionados se salen totalmente de la norma y generan muchos problemas familiares, académicos e individuales poniéndolos en riesgo ya que pueden ser violentos con los demás o consigo mismos y consumir drogas lo que hace más complicado el manejo”, detalló.

El psiquiatra comenzó que si los patrones de conducta descritos permanecen por más de seis meses, será necesaria la intervención de un especialista para que por medio de la psicoterapia conductual y el apoyo familiar pueda salir adelante de los trastornos de conducta.

Por último, Novelo del Valle comentó que criar hijos adolescentes conlleva satisfacciones y desafíos y que medida que los hijos crecen, adquieren una gran independencia, pero que a pesar de esto, se debe mantener la relación con ellos tan íntima como cuando eran pequeños, ya que en esta etapa todavía necesitan sentirse amados y que se les oriente.

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