Aumentan alcohólicos y disminuyen trasplantes de hígado

Alto índice de enfermedades hepáticas en el estado a causa del alcoholismo que afecta a muchos yucatecos.

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El alto consumo de alcohol entre los yucatecos tiene como consecuencia un elevado índice de males hepáticos en la entidad, pero a pesar de eso no hay un programa para trasplante de hígado. (Milenio Novedades)
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Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- A pesar de que el índice de la enfermedad hepática es más alto que la renal, a nivel estatal no hay un programa para trasplantes de hígado y a nivel nacional no existen suficientes programas que lo realicen, indicó el director del Centro Estatal de Trasplantes de Yucatán (Ceetry), Jorge Martínez Ulloa Torres.

Explicó que en el caso de la cirrosis, la tasa de mortalidad ocupa el sexto lugar a nivel nacional, la insuficiencia renal, el noveno; por lo que hay más pacientes con insuficiencia hepática que renales que requieren de algún programa. 

“Es una necesidad no sólo de Yucatán, sino a nivel nacional, porque se hacen mucho más trasplantes de riñón que de hígado y se tienen que hacer más hepáticos”, apuntó.

Dijo que es uno de los proyectos que se encuentran en el centro y lo primero que se necesita en el Estado para tener trasplantes de hígado o corazón es un programa de donación, tomando en cuenta que la transferencia de ese órgano en vida es complicada y para corazón obligadamente tiene que ser de un donante cadavérico.

“Lo primero ya lo tenemos, que es un programa robusto de donantes cadavéricos, el año pasado de 21 personas fallecidas se aceptó la donación; la segunda parte es la infraestructura médica, que también hay en el Estado, pero hacia allá vamos. Nos gustaría poner una fecha específica, pero se trabaja en eso porque se debe hacer de la manera correcta para que sea un éxito”, puntualizó.

Indicó que es importante que se puedan realizar trasplantes cardiacos, “porque también si vamos a las tasas de mortalidad, la primer causa son enfermedades cardiovasculares y no todos los pacientes son candidatos a trasplante, pero sí buen número se podría beneficiar a través de estos programas”.

En este sentido, el director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), José Salvador Aburto Morales, afirmó que es muy grato saber que se trabaja, pero falta consolidar varias áreas, por ejemplo de córnea hay más disponibilidad, pero en el caso de hígado la lista de espera crece y no hay tantos centros como se necesitan.

“Ojalá que pronto en Yucatán haya un centro de referencia para este trasplante, ya que en promedio a nivel nacional sólo se realizan unos 300 y mucho menos de corazón porque se requiere de hospitales e infraestructura de alta especialidad con insumos y personal capacitado”, refirió.

Expuso que lo importante es que no solamente se cubre una necesidad de salud, sino que el resultado final es que una persona se vea reincorporada a una vida productiva con la armonía de su familia, que vuelva a su trabajo para sentirse útil en la vida.

“Es una realidad que las personas que sufren de una enfermedad crónico degenerativa, realmente se deprimen y piensan que su vida no volverá a ser como antes y una vez que reciben el trasplante vuelven a nacer”, subrayó.

Exhortación
  • José Salvador Aburto exhortó a la población a sumarse a la donación voluntaria de órganos.
  • Comentó que en un 75 por ciento los trasplantes de riñón en México se siguen haciendo provenientes de donantes vivos y un 25 por ciento de personas fallecidas.

Daños por el alcoholismo

Las manifestaciones clínicas más frecuentes del daño hepático por alcohol en los casos graves son fiebre, coloración amarilla de la piel y parte blanca de los ojos (ictericia), orinas oscuras como el brandy o la coca cola (coluria), acumulación de líquido en el abdomen (ascitis) y en las extremidades inferiores, náuseas y vómitos.

Dolor en el lado derecho del abdomen en hipocondrio derecho, cansancio, pérdida de apetito, disminución de la masa muscular y signos de malnutrición, que se debe a los malos hábitos dietéticos, encefalopatía hepática, que consiste en trastorno del nivel de conciencia, que pueden comenzar por tendencia al sueño o desorientación, temblor de manos y en los casos más graves se pueden producir estados de agitación y coma. Además, en las fases más avanzadas (cirrosis), hemorragia digestiva debido a várices en el esófago y/o estómago, que se manifiesta como vómitos de sangre (hematemesis) o evacuaciones color negro intenso, brillante y malolientes (melenas).Enfermedad hepática

Enfermedad hepática

Se requiere de una cantidad mínima de ingesta de alcohol para el desarrollo de enfermedad hepática alcohólica. 

El límite más mencionado es de 80 gr de alcohol diarios por 10 a 20 años. 

Esto equivale aproximadamente a 1 litro de vino, 300 ml de licor (whisky, aguardiente, entre otros) u 8 cervezas.

El alcoholismo
  • Es una enfermedad crónica compleja, en la que interactúan factores genéticos, psicosociales y ambientales. 
  • Se caracteriza por la pérdida del control sobre la ingesta de alcohol, abuso del mismo, a pesar de sus consecuencias negativas y frecuentemente negación de la ingesta. 
  • Es una enfermedad grave, que puede ser progresiva y llevar a la muerte.

En la práctica clínica hay un cuestionario muy breve que puede ayudar al médico a detectar alcoholismo:

  • ¿Ha intentado dejar de beber o reducir su ingesta?
  • ¿Se ha sentido molesto por críticas a su forma de beber?
  • ¿Ha tenido sentimiento de culpa por su forma de beber?
  • ¿Ha bebido alguna vez en la mañana para “pasar la cruda” (evitar los efectos de la ingesta excesiva)?

Dos o más respuestas positivas sugieren fuertemente el diagnóstico de alcoholismo.

Daños por el consumo del alcohol

La esteatosis hepática o hígado graso es muy frecuente en las personas que beben alcohol en exceso y puede ocurrir incluso luego de una sola ingesta excesiva. Puede diagnosticarse mediante exámenes de imagen como la ecografía abdominal. La mayor parte de las veces los pacientes son asintomáticos. Es una condición reversible al dejar de beber.

La hepatitis alcohólica es una complicación importante del consumo excesivo de alcohol, que puede tener una alta mortalidad cuando cumple criterios de gravedad. Se sospecha habitualmente con el cuadro clínico en una persona con historia de abuso de alcohol.

La cirrosis hepática causada por alcohol se presenta de manera clínicamente similar a la cirrosis de cualquier otra causa.

Tratamiento

Hígado graso alcohólico

  • Los pacientes con esteatosis hepática alcohólica pueden progresar hacia grados más importantes de fibrosis o cirrosis, por lo que se aplica en su tratamiento la abstinencia permanente del consumo de alcohol.

Hepatitis alcohólica

  • En la hepatitis alcohólica es fundamental determinar la gravedad del episodio para decidir la terapia.

Cirrosis hepática

  • El tratamiento de la cirrosis hepática por alcohol incluye la prevención y el manejo de cada una de las complicaciones específicas de la cirrosis, en forma similar a la cirrosis de cualquier otra causa. El trasplante hepático es una opción de tratamiento en aquellos individuos que han dejado de beber.

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