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MÉRIDA, Yuc.- El último cuarto del año, inicia hoy con dos impactos directos a la economía de los yucatecos: un nuevo salario mínimo y el fin del subsidio de verano a las tarifas eléctricas.

A partir de este jueves, entra en vigor la homologación del salario mínimo en todo el país, de modo que en Yucatán ese tope será de 70.10 pesos diarios, un incremento de un 1.83 pesos. Al corte de diciembre de 2014, en Yucatán había 174 mil 560 personas que percibían un solo salario mínimo al día, cifra que representa a 18 de cada 100 trabajadores.

De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en la entidad quienes ganan un salario mínimo o menos son regularmente trabajadores informales, y las mujeres, que continúan recibiendo una menor remuneración.

La segunda medida impacta en las tarifas eléctricas: a partir de hoy, casi 800 mil usuarios del Yucatán que cuentan con servicio doméstico de ese fluido dejarán de gozar del subsidio que otorga la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en su tarifa de verano.

La paraestatal brinda este beneficio durante los seis meses más cálidos del año comprendidos del 1 de abril al 30 de septiembre, por lo tanto con la entrada en vigor de la tarifa de invierno, desde este día los yucatecos pagarán más por la electricidad que consuman, informó la CFE por medio de su jefatura de Comunicación Social. 

El subsidio a partir de octubre cambia a 175 kilovatios por mes, en comparación del subsidio de verano en que se otorgaban 600 kilovatios por mes.

En 1996 se estableció en el país la Tarifa de invierno y la Tarifa de Verano. La diferencia entre ambas es que en Verano, la CFE otorga un subsidio federal del 11.5 por ciento por tarifa de cada ciudadano en el país.

Es común que en los meses de noviembre, diciembre y enero la gente acostumbre adornar sus casas con luces navideñas, imágenes guadalupanas y diversas formas de iluminación. Esto puede generar un mayor consumo de energía eléctrica.

La CFE recomienda hacer un uso racional y eficiente de energía eléctrica en los hogares desconectando los aparatos que no se usan, además de cambiar los focos por otros ahorradores y darle mantenimiento a aires acondicionados o refrigeradores que son los que con el paso del tiempo consumen más energía. Estas medidas pueden ayudar para que el cambio de tarifa no impacte de manera negativa en la economía familiar.