Certidumbre y libertad, irrenunciables para la CIRT

La libertad de expresión cobró especial relevancia en la 87a Convención del Consejo Consultivo ante los recientes eventos contra periodistas.

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Integrantes de la Convención del Consejo Consultivo de la CIRT concluyeron que es necesario que se otorgue plena certidumbre legal a la industria de la comunicación. (Milenio Novedades)
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Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Los trabajos de la 87a Convención del Consejo Consultivo de la CIRT se clausuraron en Mérida y la libertad de expresión cobró especial relevancia ante recientes manifestaciones que ponen en riesgo la actividad de los comunicadores y derecho de todos los mexicanos.

Mediante un comunicado de prensa, la CIRT reiteró en la convención la importancia del respeto a la libertad de expresión, ya que es un pilar de la vida democrática y que hace de la radio y televisión un servicio imprescindible del diálogo y el debate de la vida pública.

La CIRT es pionera en autorregulación ya que su Consejo permitió que las inquietudes de la audiencia sobre algunos contenidos sean canalizados de manera que los contenidos responden a lo que el propio público demanda de los medios.

La industria manifestó su preocupación por que el modelo vigente de comunicación política obliga a que los medios señalados de presuntas faltas al reglamento, estén obligados a probar su inocencia, lo que contradice el principio legal de que quien acusa se obliga a presentar pruebas de su dicho.

Los delegados de la Convención, concluyeron que es necesario que se otorgue plena certidumbre legal a la industria de la comunicación, ya que es inaceptable que el Instituto Federal de Telecomunicaciones pretenda extralimitarse de sus funciones como es el caso de los lineamientos de Defensoría de la Audiencia.

Dejaron claro que la Ley de telecomunicaciones prevé claramente el derecho de los concesionarios de nombrar de manera colegiada una Defensoría de Audiencia y sumarse a un Código de Ética gremial, pero los lineamientos que ha presentado el IFT, sin sustento jurídico, obligarían a que cada emisora, incluso cada programa, nombre a un defensor y genere su propio Código de Ética.

En su oportunidad, Mónica Aspe, Subsecretaria de la SCT dijo que se entregaron más de 5.2 millones de equipos para lograr cumplir con la fecha prevista para el cese de las trasmisiones analógicas de televisión e insistió en que han hecho las distribuciones con base en las listas de beneficiarios de la Sedesol.

Los concesionarios discutieron la relevancia de la internet y las redes sociales, mismas que, coincidieron, más que una amenaza o competencia a para la radio y televisión deben ser vistos como complementos, ya que ofrecen la posibilidad de que los contenidos, que ya son exitosos en medios, cuenten con nuevas formas de interacción con la audiencia y consolidar el liderazgo con el cuentan los comunicadores que participan en las emisiones radiales y televisivas.

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