Cómo cumplir los propósitos de Año Nuevo

Recomiendan clasificarlos en emocionales, físicos, educativos, materiales, profesionales y hasta espirituales, esto ayudará a cumplirlos.

|
No mantengas tus propósitos en Año Nuevo en secreto. Cuéntale a tus familiares y amigos sobre las metas que te has planteado; ellos podrán apoyarlo para cumplirlas y cambiar su vida. (Milenio Novedades)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Convertir el propósito (la motivación y buena intención) en proyecto (ejecución planeada) es el reto para este año nuevo para todos aquellos que quieren implementar mejoras en su vida personal y laboral, desde el clásico “voy a bajar de peso”, hasta el “pondré mi propio negocio”. 

El deseo de prosperidad es universal, así como la desidia; el principal obstáculo para los objetivos.

Para este fin contactamos al director de Jóvenes Emprendedores de la  Cámara Nacional de Comercio Mérida, Fernando Rojas Sánchez  para que nos aportara recomendaciones útiles para convertir  el propósito en proyectos de vida. 

Un paso a la vez

En vez de hacer 12 resoluciones por los meses del año, o cada uva que te comiste la noche del 31 de diciembre, relájate y piensa en uno a la vez. Piensa en cuál es el que más te motiva.

Elige uno, ser multipropósito, puede conducir a no completar ninguno, elige el más difícil el que te costará más trabajo lograr ”, explicó. Expertos recomiendan clasificarlos en emocionales, físicos, educativos, materiales, profesionales y hasta espirituales, esto ayudará a clarificar.

Realismo contra fantasía

Hay que ser realista en los tiempos y objetivos, en cualquier sentido.

Ejemplo:

Iniciar un negocio, sino tienen clara la idea, la forma para desarrollarlo, el conocimiento del mercado, la forma en que financiarán el proyecto etcétera, hará más difícil su ejecución.

También no se puede tener el propósito de ganar millones con una empresa cuando no gana ni los primeros mil, hay que comenzar un paso a la vez, igual que los kilos, no se pueden bajar 40 al mes.

Con un plan en forma, se llega hasta Roma

“No se llega a ningún  lugar sin un plan, para arrancar, hay que  hacer un proyecto con aspectos medibles, de tiempo, objetivos… Planear para ejecutar correctamente”, apuntó.

Ejemplo:

Bajar de peso: Investiga qué se puede hacer para lograrlo, aprender hacerlo y comienza, con la visión de cómo vas a documentar los avances para compararlos, cuándo te vas a pesar y cómo, (con un profesional o báscula en casa), y hasta cuándo seguirán con las guías alimenticias y el ejercicio para llegar a la meta, y posteriormente cómo le darás continuidad a lo logrado. 

Compartir objetivos

No mantengas tus resoluciones en secreto. Cuéntale a tus familiares y amigos sobre las metas que te has planteado; ellos podrán apoyarlo  para cumplirlas y cambiar su vida. Además, serán el primer muro de contención si desearas en un momento determinado romper con alguna de ellas. 

El pensamiento de “todo o nada”

Los propósitos nos preparan para el fracaso y nos atraen hacia el pensamiento de todo o nada. La mayoría piensa en términos de mantener sus propósitos o romperlos. No hay un término medio, sólo los extremos.

Pensar en términos de blanco o negro de éxito o fracaso, puede ser divertido mientras avances hacia tu meta. Pero la felicidad de sentirse como “sólo éxito” pronto se desvanece con el menor obstáculo y entonces te hundes en el sentimiento de “fracaso total”.

Del propósito al proyecto, el reto

Es mayor reto para los emprendedores en cualquier materia desde personal hasta de negocio es pasar del propósito al proyecto.

Propósito:

Del latín propositum, el propósito es la intención o el ánimo de hacer o dejar de hacer algo.

Proyecto:

El término proyecto proviene del latín proiectus y cuenta con diversas significaciones. Podría definirse a un proyecto como el conjunto de las actividades que desarrolla una persona o una entidad para alcanzar un determinado objetivo. Estas actividades se encuentran interrelacionadas y se desarrollan de manera coordinada.

“El propósito es tener una buena intención y un proyecto es ejecutar esa intención”.

Prepararse ante la tentación de fallar

Todos los cambios implican esfuerzos, y las tentaciones de fallar se presenta para lo cual se recomienda pensar en estrategias que ayuden a no quitar la mirada de la meta. 

Según algunos expertos, las resoluciones de año nuevo deberían llamarse resoluciones de nuevo día. Y es que los cambios voluntarios son realmente una lucha día a día. Las metas  reprensentan un esfuerzo diario.  

Toma medidas para recordar tu propósito, algunos deciden pegarlo en la nevera, otros en un post-it, lo cierto es que siempre es una buena estrategia escribir el propósito en un lugar que puedas ver para recordarlo de vez en cuando.

Lo más leído

skeleton





skeleton